El Gobierno de Estados Unidos (EU) reanuda este lunes el programa “Quédate en México” (MPP, por sus siglas en inglés), instaurado durante la administración del expresidente Donald Trump, mediante el cual los migrantes deben esperar en territorio mexicano la respuesta a solicitudes de asilo en el vecino país.
Las preocupaciones de los defensores de migrantes giran en torno a que “Quédate en México” pueda garantizar las condiciones de seguridad y salud para los solicitantes de asilo, pues el programa insignia de Trump había sido inhabilitado por el Gobierno de Joe Biden, pero un juez federal ordenó volver a activarlo.
En días pasados, el Gobierno de México ha pugnado cambios para implementarlo de nuevo, entre ellos que los afiliados al “Quédate en México” reciban una vacuna COVID-19 y que Estados Unidos complete los casos judiciales individuales del programa en un plazo de seis meses, así como brindar a los migrantes un mayor acceso a asistencia legal y más información sobre su situación.
Por su parte, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) prometió eximir a algunas categorías de personas vulnerables de permanecer en México, incluidas las personas mayores, las personas LGBTQ y las personas con discapacidades físicas o mentales.
A pesar de estos cambios, defensores de migrantes como Jessica Bolter, analista del Instituto de Política Migratoria, señaló que es probable que ahora tengan desafíos similares a los que enfrentaron cuando se implementó por primera vez este programa, pues siguen persistiendo los mismos desafíos fundamentales.
Al respecto, Kennji Kizuka, investigador de la organización Human Rights First, advirtió que ante la nueva implementación de este programa, el responsable de exjueces de inmigración emitió este lunes una declaración en la que condena a “Quédate en México” como la “antítesis de la justicia”, ya que considera que no respeta el debido proceso para los migrantes, la justicia y la transparencia.
Según un comunicado emitido el pasado 2 de diciembre por Human Rights First, en los primeros siete meses del Gobierno de Joe Biden se han registrado 6 mil 356 informes de ataques contra migrantes expulsados o retenidos en la línea fronteriza con México.
La organización documentó más de mil 500 ataques contra los solicitantes de asilo que fueron puestos bajo el programa “Quédate en México”, además de registrar casos de secuestros, tortura, asalto, y violación, entre otros.
La legisladora estadounidense Verónica Escobar precisó que miles de migrantes han sido violadas, secuestradas, torturadas y caídas víctimas de otros delitos, por lo que habló con Alejandro Mayorkas, secretario adjunto del Departamento de Seguridad Nacional, sobre los nuevos cambios y el desafío legal para ponerle fin a estos abusos.
“A pesar de estos cambios, ‘Quédate en México‘ todavía no representa nuestros valores estadounidenses y la administración Biden debe trabajar agresivamente para ponerle fin de manera permanente”.
Verónica Escobar, legisladora estadounidense
Aaron Reichlin-Melnick, asesor de políticas del Consejo Estadounidense de Inmigración, precisó que los migrantes puestos bajo este programa entre enero de 2019 y enero de 2021 tuvieron grandes problemas para presentar sus casos debido a que había pocos abogados en Estados Unidos que pudieran brindar asistencia legal a los que estaban en México.
Dijo que el Consejo Estadounidense de Inmigración critica que el Gobierno de Joe Biden hubiera restablecido una política de la era de Donald Trump que alguna vez calificó de inhumana, y ahora incluya a los migrantes haitianos y de otras nacionalidades que antes no estaban dentro de este programa.
El pasado 29 de octubre, el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, emitió un memorando en el que había dado por terminado el programa, pero tendrá que esperar a que se resuelva a su favor la demanda entablada por varios estados que lo obligaron a restablecer esta política.