Quetzalcóatl, una de las deidades prehispánicas más importantes y también conocido como la “serpiente emplumada”, es la nueva imagen oficial del Gobierno de federal para 2021, en el marco de las conmemoraciones por los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlan.
El dios Quetzalcóatl, cuya imagen estará apareciendo en los documentos oficiales e imagen institucional del Gobierno federal, así como de sus dependencias, representa la grandeza y la herencia cultural de los pueblos indígenas, destacó el Gobierno de México en Twitter.
A lo largo de los próximos días, la imagen de las redes sociales del Gobierno, así como de sus distintas dependencias a nivel federal, comenzará a cambiarse por la del diseño de Quetzalcóatl, la cual también contempla un cambio en los tonos de fondo; ahora, en lugar de ser letras y motivos rojos, serán en tono verde. A continuación, un ejemplo de cómo se ven los membretes de documentos oficiales.
2021, año de conmemoraciones
En 2021 se conmemoran 700 años de la fundación de México-Tenochtitlán, 500 años de la invasión europea y 200 años de nuestra Independencia, hechos históricos que el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y de otras entidades, como la Ciudad de México (CDMX), han anunciado para destacar dichos eventos y su impacto en la historia del país.
Por ejemplo, en la capital, a la estación del Metro Zócalo, se le agregó “Tenochtitlan” como parte de la conmemoración de los 700 años que se cumplen este 2021 de la fundación de México-Tenochtitlan.
Quetzalcóatl: un reptil emplumado
De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de manera literal, la palabra Quetzalcóatl en voz náhuatl, significa “serpiente quetzalli”. Tanto las más antiguas como las más recientes expresiones de esta figura divina suelen adoptar la forma de serpientes con plumas verdes o multicolores que ondean en el cielo al inicio de la temporada húmeda y cuyo vuelo trae la lluvia.
En la época de la conquista, la serpiente emplumada era un símbolo profundamente anclado en las religiones indígenas, pues había atravesado el tiempo y el territorio mesoamericano extendiendo su cuerpo de reptil y sus ondulantes apéndices en el Altiplano Central, la Mixteca, la Costa del Golfo y hasta el área maya.