Estados Unidos adoptó reglas de asilo y de control de cruces fronterizos ante el fin del Título 42, la norma sanitaria invocada para expulsar a la mayoría de los migrantes que entran por la frontera con México.
El Título 42 es una norma sanitaria activada bajo la administración del expresidente republicano Donald Trump para supuestamente frenar la pandemia de COVID-19. Permite expulsar automáticamente a casi todos los migrantes que llegan sin visa o documentación necesaria para entrar.
[ PUEDES LEER: ¿Qué pasará con migrantes cuando expire el Título 42 de Estados Unidos? ]
Tonatiuh Guillén, expresidente del Colegio de la Frontera Norte, hoy catedrático universitario, señala, en entrevista con UnoTV, que aunque termina el Título 42, queda su espíritu, su propósito, bajo la coyuntura del “muro blando de Biden” que no son “las estridencias de Trump”, pero puede ser mucho más eficaz en el propósito de expulsar personas y de cerrar la frontera al refugio y la migración que arribe de manera irregular.
“Ese escenario de cierre está construido con varios instrumentos: El primero es que, efectivamente, ya montaron todo un aparato de contención, de registro y repatriación en la frontera sur de Estados Unidos. Ese aparato va a generar retornos a México de manera muy importante”.
Tonatiuh Guillén.
¿Qué sigue para México tras termino del título 42?
El especialista abunda que México tiene un “rol de espacio de recepción de esos rechazos. Hay una disposición explícita. No hay título 42, pero como si lo hubiera, ahora con el argumento del título 8”.
Tonatiuh Guillén recuerda que México ha realizado acuerdos con Estados Unidos en materia migratoria y desde 2019 el alineamiento ha sido constante.
“Es otra etapa más de ese alineamiento y México, efectivamente, va a ser receptor y espacio de tránsito de una gran cantidad de personas sin tener la cobertura de asistencia humanitaria, que es fundamental; sin darles una cobertura jurídica que, por lo menos, permita a las personas migrantes y solicitantes de refugio escapar de la agresividad del Instituto Nacional de Migración (INM) o no tener la hostilidad de la Guardia Nacional o las agresiones de policías locales o autoridades que también, de manera ilegal, están en estas tareas de rechazo”.
Tonatiuh Guillén.
[ TE RECOMENDAMOS: ¿Qué pasa en Florida y por qué los migrantes están huyendo a otros estados de EU? ]
El experto señala que el perfil social de la población que está de tránsito por México o nuestras fronteras es dominantemente “solicitante de refugio”, por lo que no deberían ser “atendidos” por el INM o la Guardia Nacional, sino “estar bajo el cobijo de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) que debe ser la institución que sea la sombrilla que genere las políticas y los lineamientos de políticas de esta población. En esa lógica, esta población debería de estar bajo la protección de la Ley de Refugiados en México”.
Tonatiuh Guillén afirma que México está equivocando las prioridades de atención de la población en tránsito, puesto que, dese la perspectiva del perfil social de esta población, debería ser más importante el rol de la Comar.
“Más importante debe ser la recuperación que hagamos de la institución (Comar) en sus capacidades operativas y su recuperación política. Esto es, que pueda acordar con otras entidades del gobierno federal, con estados, con municipios, los lineamientos generales de atención de esta población temporal y además con un horizonte de inclusión que debiéramos también trazar”.
Tonatiuh Guillén
[ TAMBIÉN PUEDES LEER: ¿Cuál es la diferencia entre refugio y asilo en Estados Unidos? ]
El experto asegura que es un “contrasentido” tener a una debilitada Comar cuando, “la necesitamos hoy más fuerte que nunca” y pugna porque se realice esa “corrección”.