El 7 de octubre se celebra a la Virgen del Rosario, advocación que nos recuerda la importancia ddel rezo del Santo Rosario.
En el año 1208 la Virgen María se le apareció a Santo Domingo de Guzmán, le entregó el Santo Rosario -en la forma como lo conocemos hoy- y le enseñó cómo rezarlo. Ella le encomendó entonces al santo español que se convirtiese en propagador de esta devoción. Así lo hizo Santo Domingo y el Rosario, a lo largo de los siglos.
Uno de los episodios históricos que ha sido determinante en la historia de la difusión del Rosario fue la «Batalla de Lepanto» . Los cristianos, antes de la batalla, se encomendaron a la Virgen y rezaron el Santo Rosario. La victoria contundente que se produjo posteriormente fue atribuida a la intercesión de la Virgen.
Santo Domingo de Guzmán formó la orden de los Dominicos. Predicaban, enseñaban y a medida que la orden crecía, se extendieron a diferentes países como misioneros.
El Papa San Pío V, en agradecimiento a la Virgen María, instituyó la fiesta de la “Virgen de las Victorias” el primer domingo de octubre y añadió el título de “Auxilio de los Cristianos” a las letanías a la Madre de Dios.
La palabra Rosario significa “Corona de Rosas”. La Virgen María ha revelado a muchas personas que cada vez que rezan un Ave María le entregan una rosa y por cada Rosario completo le entregan una corona de rosas.
El rosario es considerado como la oración perfecta porque se meditan los principales hechos de la vida, muerte y gloria de Jesucristo y de su Santísima Madre. Estos están distribuidos en los misterios gozosos, dolorosos, gloriosos y luminosos.