El pez diablo, o plecos (Hypostomus spp), es conocido como una especie invasora exótica en México que ha afectado a pescadores en varios estados del país desde hace varios años. Cabe destacar que representa gran riesgo para las especies nativas y afecta la resiliencia de las Áreas Naturales Protegidas, así como la economía de la sociedad.
¿Qué se sabe del pez diablo?
Según datos de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp), el pez diablo habría sido detectado por primera vez hace 29 años en nuestro país, en el río Mezcala.
Posteriormente, su presencia se registró en la cuenca del río Grijalva, en el municipio de Tecpatán, Chiapas. Así como en varias localidades cercanas a Villahermosa, Tabasco, principalmente en el río Usumacinta y sus vertientes.
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También se ha reportado en la presa Infiernillo, en los estados de Michoacán y Guerrero, y en las aguas del río Balsas.
¿Cómo llegó el pez diablo a México?
Aunque no se sabe realmente cómo llegó a México, estudios plantean que pudieron haber sido introducidos a la Presa “Ingeniero Carlos Ramírez Ulloa“, también conocida como “El Caracol”, en Guerrero, para controlar poblaciones de algas, y cuando la presa abrió sus compuertas, en 1995, introdujo al río Balsas una población significativa de estos peces.
También pudo deberse a que, por condiciones naturales, se presentó una inundación en las granjas de cultivo de peces de ornato en Morelos, que provocó una liberación accidental. Por sus capacidades y resistencia, las poblaciones de este pez lograron establecerse en afluentes al río Balsas.
Asimismo, por condiciones de mercado, el aumento de la oferta y la disminución de precios provocó la liberación intencional de estos organismos de granjas acuícolas, también en Morelos.
El pez diablo, la especie exótica invasora perfecta
Debido a las siguientes particularidades de su morfología, fisiología y comportamiento, se acentúa su potencial invasivo, convirtiéndolo en la especie exótica invasora perfecta:
- Reproducción anual con una alta tasa de supervivencia debido al cuidado parental
- Comportamiento de anidación con hábitos nocturnos que los hace imperceptibles
- Presencia de escamas con espinas y placas óseas en la especie, que forman una coraza rígida, provocando que tenga muy pocos depredadores
- Sus hábitos alimenticios provocan el movimiento y suspensión de sedimentos. Esto modifica el tamaño y distribución de las partículas del fondo de los cuerpos de agua.
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También, su presencia ocasiona que las comunidades de algas cambien su composición: de algas verdes dominantes a comunidades de diatomeas o de diatomeas, a comunidades de algas verdiazules. Éstas son tóxicas para algunas especies de invertebrados y vertebrados.
Los cardúmenes de esta especie provocan daños en la vegetación nativa de los sitios, la cual es fuente de alimento, además de servir como nido o refugio para algunas especies endémicas.
Estos efectos ocasionados por el pez diablo provocan que las actividades productivas, como la pesquería, se vean afectadas. Esto, al superar el número de individuos de las especies comerciales de interés, menciona la Conanp.
¿En qué estados de México se ha registrado la presencia del pez diablo?
Con el paso de los años, el pez diablo se ha expandido con rapidez en México. Actualmente, es común encontrarlos en las cuencas hidrológicas más grandes del país.
Al momento, se ha reportado su presencia en los estados de:
- Campeche
- Chiapas
- Coahuila
- Guerrero
- Jalisco
- Michoacán
- Morelos
- Nuevo León
- Oaxaca
- San Luis Potosí
- Sinaloa
- Tabasco
- Tamaulipas
- Veracruz
Para monitorear, contener y controlar su presencia se han realizado diversas acciones, como la elaboración de trampas de madera, conocidas como Chuk kay y la adquisición de redes y guantes para su captura.
También se ha considerado para su consumo. De acuerdo a un análisis efectuado en la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco, se descubrió que el pez diablo es bajo en grasas y presenta altos niveles de proteínas, por lo que se clasifica como pescado blanco.
Además, se realizó una prueba de sus características de sabores, la cual consistió en cocer el pescado en agua con sal y mostró sabores agradables, con dulzor apenas perceptible y acentos minerales.