Isabel y Penélope son dos mamás de estudiantes de escuelas particulares, ambas coinciden que es precipitado que sus hijos regresen a clases presenciales este 1 de marzo.
“Arriesgar a los niños y no solamente a los niños, sino a los maestros, al personal de la escuela, me parece que todavía no estamos en un momento de regresar”.
Isabel Gutiérrez Salinas | Mamá de estudiante de escuela particular
Su voz además de ser la decisiva, tiene autoridad. Penélope es doctora pediatra y ha estado muy de cerca del tema del COVID-19; opina que un semáforo naranja como en el que estamos actualmente, representa un riesgo medio para que nuestros hijos se infecten en la escuela”.
“Pensando que la escuela de nuestros hijos está en una cierta colonia, necesita estar en semáforo verde y la ciudad necesitaría estar en semáforo verde y el país necesitaría estar en semáforo verde para que nuestros hijos puedan regresar a la escuela en condiciones seguras”.
Penélope Noriega | Mamá de estudiantes de escuela particular
Isabel es psicóloga, y es consciente que la salud mental de los chicos es fundamental y en una pandemia, hay prioridades.
“En este momento, la principal prioridad creo yo es la seguridad física, no quiero demeritar porque yo me dedico a eso, pero la seguridad emocional se puede trabajar un poco más fácil después a la física”.
Isabel Gutiérrez Salinas | Mamá de estudiante de escuela particular
Joy es hija de la doctora Penélope, es estudiante de licenciatura y aunque está agotada de las clases en línea, sabe del riesgo de regresar al salón de clases.
“Como estudiantes, aun sin ser parte de los grupos vulnerables no nos libramos de podernos contagiar, y si bien no nos contagiamos nosotros, nuestros útiles, nuestra ropa, nosotros nuestras manos llegaríamos con el riesgo de contagiar a nuestros familiares”.
Joy García Noriega | Estudiante en escuela particular
Por lo pronto estas familias, como seguramente hay muchas, ya tomaron su decisión. No regresarán el 1 de marzo.