El jueves, en un pequeño aeródromo municipal cerca de El Paso, Texas, agentes estadounidenses arrestaron a dos hombres involucrados en el narcotráfico. Estos individuos eran nada menos que Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y el legendario traficante Ismael “El Mayo” Zambada. El arresto ocurrió cuando un avión de hélice se dirigía ilegalmente hacia la frontera entre Estados Unidos y México.
El “Mayo” Zambada era de los más buscados
El cofundador del Cártel de Sinaloa, Ismael el “Mayo” Zambada, fue detenido, lo que desencadenaría una guerra dentro de la organización delictiva mexicana.
Las recientes imágenes de la detención de Zambada han causado revuelo en redes sociales. En ellas, se puede observar a jóvenes tomándose “selfies” y fotos junto a la avioneta donde viajaba el “Mayo” antes de su captura.
Esta avioneta se ha convertido en un inesperado punto de atracción, mostrando el impacto mediático que ha generado el arresto del líder del cártel.
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La detención de Zambada se suma a una serie de operativos recientes contra importantes figuras del narcotráfico mexicano, como es el caso de Ovidio Guzmán, alias “El Chapito”.
Un trabajo conjunto entre agencias
La operación se efectuó por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI). Estas agencias movilizaron a sus agentes locales de El Paso y llegaron al aeropuerto justo cuando el avión privado aterrizaba, según una fuente del gobierno estadounidense.
Un trabajador del Aeropuerto Internacional del Condado de Doña Ana, cerca de El Paso, relató a Reuters que vio un avión Beechcraft King Air aterrizar el jueves por la tarde. “Dos individuos bajaron del avión… y fueron detenidos de forma calmada”, dijo el hombre, quien se mantuvo en el anonimato por seguridad.
La noticia del arresto de Zambada, de 70 años, y la presunta traición de Guzmán López, de 38, ha conmocionado al mundo del narcotráfico mexicano. Este hecho desató temores de una sangrienta fisura en el Cártel de Sinaloa entre las dos familias que controlan el grupo.
Zambada está acusado de ser uno de los traficantes más importantes de la historia de México, cofundador del Cártel de Sinaloa con “El Chapo” Guzmán, extraditado a Estados Unidos en 2017 y cumple cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Colorado.
Futuro del narcotráfico en México
Las autoridades estadounidenses han hecho de los jefes del narcotráfico objetivos clave, llegando a acuerdos con ellos a cambio de información que lleve a la captura de otras figuras de alto rango de los cárteles. La comunicación entre los funcionarios estadounidenses y Guzmán López se llevó a cabo a través de abogados, según un funcionario.
Zambada, en silla de ruedas, se declaró no culpable el viernes en un tribunal de Texas de cargos de narcotráfico, incluyendo empresa criminal continua, conspiración de importación de narcóticos y lavado de dinero. Su abogado, Frank Pérez, afirmó que su cliente no llegó a Estados Unidos voluntariamente.
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Guzmán López comparecerá ante un tribunal la próxima semana en Chicago, ahí fue acusado de narcotráfico hace seis años. Él es uno de los cuatro hijos de “El Chapo”, conocidos como “Los Chapitos”, quienes heredaron la facción del cártel de su padre.
En los últimos años, los hijos de “El Chapo” fueron sometidos a una intensa presión por parte de las autoridades estadounidenses. Los convirtieron en sus principales objetivos en la lucha contra el narcotráfico, acusados de ser los mayores traficantes de fentanilo en Estados Unidos.
El ex de la DEA, Ray Donovan, afirmó que las derrotas de los principales jefes del Cártel de Sinaloa se deben a la adopción del fentanilo. Sustancia subió en la agenda política de Washington debido al aumento de muertes por sobredosis en Estados Unidos.