Las oraciones se unieron en la Basílica de Guadalupe por familiares de víctimas de la violencia que llegaron este domingo al Templo Mariano, provenientes de Sonora, Veracruz, Estado de México y Jalisco.
- “Estamos pidiendo por las víctimas de la violencia en sus distintos aspectos, todas estas intenciones las sumamos y las ponemos en el altar”. Carlos Aguiar Retes, arzobispo Primado de México.
Oraciones por sacerdotes víctimas de violencia
En el altar, también, hubo oraciones por los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora, quienes fueron asesinados hace un año dentro del templo de la comunidad de Cerocahui, en Urique, Chihuahua.
- “La idea de esta misa de domingo fue que se hiciera memoria de ellos y de todas las víctimas, de todas las personas como acabamos de escuchar, que buscan a sus familiares desaparecidos, que lloran a sus familiares asesinados”. Hernán Quezada, sacerdote Jesuita.
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Marcharon por la plaza Mariana hasta la Parroquia de Capuchinas, donde fueron atendidos por el Obispo Auxiliar, Francisco Javier Acero.
- “Quisiera pedirle en nombre de todas las familias con desaparecidos en el estado de Sonora que se les haga un llamado a las iglesias, para que den acompañamiento, para que den esa paz, esa tranquilidad que sentimos”. Guadalupe, hermana de víctima de violencia.
Familiares de víctimas de violencia en Zacatecas no quisieron mostrar fotos
En tanto, en Zacatecas, familiares de víctimas de violencia no quisieron mostrar imágenes de sus seres queridos desaparecidos o asesinados.
- “No quieren presentar la fotografía, dicen no, es como volver a vivir la situación negativa y prefieren mejor guardar el silencio, celebrar en silencio, por eso yo en el momento oportuno de la plegaria eucarística hicimos casi un minuto de silencio para que las personas en su corazón y en su conciencia recordaran a esos seres queridos víctimas desaparecidos o familiares que quedaron heridos”. Sigrifedo Noriega, obispo de Zacatecas.
Este 20 de junio, a las 3 de la tarde, repicarán campanas de templos y capillas, en memoria de las víctimas de la violencia y los sacerdotes jesuitas, a quienes se honrará en celebraciones litúrgicas en Cerocahui, Chihuahua capital y la Ciudad de México.
