Laura Velázquez, coordinadora Nacional de Protección Civil, afirmó que no abandonarán a los mineros atrapados en la mina el “Pinabete”, ubicada en Coahuila, pese a aumentos en los niveles de agua.
“Que a los familiares les quede claro que no los vamos a abandonar, ni a ellos ni a los mineros atrapados. Compartimos la angustia que ellos sufren, y sepan que no estamos escatimando ningún recurso para lograr el propósito”.
Laura Velázquez, coordinadora Nacional de Protección Civil.
A través de un comunicado, enfatizó que el sistema de Protección Civil en México es uno de los más experimentados del mundo, porque “nuestro país es uno de los más vulnerables a los fenómenos naturales”.
No obstante, señaló que “tengan la confianza de que poseemos los conocimientos necesarios y las herramientas para atender la emergencia”.
Velázquez Alzúa indicó que en la mina el “Pinabete” se enfrentan a condiciones extraordinarias debido a su colindancia, al sur, con la mina Conchas Norte que fue abandonada hace aproximadamente 30 años.
“Durante ese periodo acumuló un volumen muy alto y que será determinado cuando se tenga mayor información”, agregó.
Diseñan nueva estrategia para rescate de mineros
Durante la madrugada de este domingo se presentó un aumento abrupto en los niveles de agua en la mina que se encuentra en Sabinas, Coahuila. Con este contratiempo, los ingenieros ya se encuentran evaluando la situación real y la causa del nuevo ingreso de agua al lugar.
El gobierno de Coahuila estableció que ahora se diseña una nueva estrategia por parte de los ingenieros especialistas de Mimosa, Servicio Geológico Nacional y la Universidad Autónoma de Nuevo León, que permita, con nuevos datos, realizar las acciones para la extracción del agua que se encuentra en la mina “El Pinabete”.
“Se diseña una nueva estrategia por parte de los ingenieros especialistas (…) que permita, con nuevos datos, realizar las acciones para la extracción del agua que se encuentra en la mina El Pinabete”, agregó la autoridad.
La noticia supone un duro golpe para las familias de los mineros, que el sábado denunciaron sentirse “desesperados” ante el lento progreso del rescate, al tiempo que expresaron su desconfianza en el liderazgo del operativo y en las maniobras efectuadas hasta ahora.