Testimonios de migrantes muestran los actos de abuso y tortura de los que son víctimas por miembros del crimen organizado, en su intento por llegar a Estados Unidos.
“Vimos cómo torturaron a la gente, los golpearon enfrente de nosotros”; “Vino el señor, y me jaló la calceta, y luego se la llevó y dijo que me iba a devolver, y me dio otra calceta, y se la puso a un señor en la boca”, narran dos niñas migrantes.
Las menores, junto con su mamá y otros cuatro hermanos, fueron testigos de los actos de tortura perpetrados por miembros del crimen organizado contra migrantes en Reynosa, Tamaulipas.
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La familia, junto con un grupo de 18 personas, se desplazó desde Tijuana a Tamaulipas en busca de una cita de asilo, pero fueron secuestrados durante cuatro días al llegar a Reynosa.
“Empezaron primero a extorsionarlo, porque, creo que su familia todavía no pagaba el dinero que le pedían, primero dijeron que lo iban a empezar a cortar en pedacitos y luego se lo iban a llevar a cocinar, porque su familia no había pagado”, refiere la migrante secuestrada.
La frontera de Tamaulipas, disputada por dos cárteles, el de Juárez y el del Noreste, representa un escenario de alto riesgo, confirman las propias autoridades fronterizas.
“Los ponen en estas casas, yo digo, de escondite y después empiezan a extorsionarlos, a unos los convierten en mulas que tienen que llevar droga. Aquí en Laredo nadie cruza el río sin que el cártel lo permita”, señala Greg Burwell, subjefe de la Patrulla Fronteriza del sector de Laredo.
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Tras estos hechos, un grupo de migrantes que se encuentra en el albergue Ágape acudió al Consulado de Estados Unidos en Tijuana para una protesta.
Los migrantes presionan por más citas de asilo, pero que sean en el cruce de El Chaparral. Dicen tener miedo de correr con la misma suerte si se desplazan hasta aquella frontera para conseguir una cita.
El director del albergue, Alberto Rivera Colón, quien ha estado al pendiente de los migrantes secuestrados, asegura que todavía hay muchas personas privadas de la libertad en aquella zona.
“Hay más de 200 inmigrantes que actualmente están secuestrados. El problema que tenemos es que hay miles de casos, así como estos, que no son reportados ante la Fiscalía, porque son emigrantes que vinieron y no tienen familiares”, refirió Rivera Colón.
A través del CPB one, se entregan a diario 400 citas de asilo a través de la garita del Chaparral. Los migrantes llegan al lugar, pero únicamente pasan la garita con una cita previa.