Con poca afluencia de feligreses y estrictas medidas de sanidad por el coronavirus (COVID-19), la parroquia de Nuestra Señora Aparecida del Brasil inició a las 08:05 horas de la mañana la Cuaresma; en la misa solemne, los padres atendieron el Miércoles de Ceniza, colocando el polvo mineral sobre la cabeza, con la intención de evitar contacto.
En el acceso principal de la parroquia se encuentran tres tapetes sanitizantes; el personal toma la temperatura y entrega gel antibacterial a fieles el Miércoles de Ceniza. Las butacas del recinto católico están separadas con cinta amarilla y pueden sentarse tres personas en cada fila, guardando un metro y medio de distancia entre cada asiento.
- Así mismo, los visitantes agradecieron las medidas de sanidad por parte de las autoridades eclesiásticas ante el COVID-19:
“(Las medidas de sanidad dentro de la iglesia) me parecieron excelentes. Así es como debe de ser: cubrebocas, con (sana) distancia y separación entre bancas y personas”.
María, visitante.
En tanto, Marco, otro fiel que visitó la parroquia de Nuestra Señora Aparecida del Brasil este Miércoles de Ceniza marcado por el COVID-19, comentó que “a mí me pareció que estuvo muy bien la sana distancia, cómo lo dijeron las autoridades”. Por su parte, Clara comentó que “sabemos que aquí hay las medidas necesarias para estar seguros, tranquilos celebrando”.
Finalmente, en este Miércoles de Ceniza, las autoridades eclesiásticas informaron que entregarán un aproximado de 500 contenedores de ceniza a lo largo del día, mientras que los asistentes se mostraron conformes con estas medidas. María hizo algunas recomendaciones en el marco de esta celebración religiosa:
“Los que no pueden acudir, pueden llevarse un poco de ceniza para su familia, para todos aquellos enfermos y que no pueden venir”.