Los hechos violentos en Reynosa, Tamaulipas, registrados el 19 de junio y que resultaron en la muerte de 19 personas, han dejado, hasta el momento, cinco personas detenidas: una fue en flagrancia y dos ya fueron identificadas plenamente, informó la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
El Gobierno federal explicó en un comunicado que, desde el pasado 20 de junio, la Guardia Nacional reforzó el patrullaje en lugares estratégicos y entradas a la ciudad, luego de la jornada violenta conocida como “masacre de Reynosa”.
La Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana agregó que se trabaja en coordinación con la Fiscalía General de la República (FGR), respecto a los delitos del orden federal, y con la Fiscalía General de Justicia del estado, en lo referente a los del fuero común.
Precisó que se busca el esclarecimiento de los hechos, los cuales fueron atraídos por la FGR, y el castigo a los responsables.
Acciones realizadas por la SSPC:
- Desde el inicio de los sucesos, se entabló comunicación permanente con la Mesa Estatal de Paz y Seguridad de Tamaulipas, donde se generaron reportes en tiempo real.
- Además, se realizó el intercambio de información con la Guardia Nacional, en Reynosa, y la Fiscalía General del Estado.
La masacre de Reynosa
El sábado 19 de junio, a mediodía, un comando abrió fuego contra civiles que transitaban por las calles. Fueron al menos 50 minutos de pánico, ya que los presuntos delincuentes, que viajaban en una camioneta y un auto compacto, dispararon indiscriminadamente a su paso.
Un fuerte operativo inició en varias colonias, luego de recibir el reporte de los ataques y saber que el grupo armado seguía en movimiento.
Los supuestos sicarios fueron ubicados en la carretera que conecta con la ciudad de Río Bravo. Ahí atacaron a varios civiles y se llevaron a dos mujeres. El comando se enfrentó con elementos de la Policía Estatal en la avenida que conecta con el Puente Pharr.
- Por la noche, hubo un enfrentamiento más en la colonia Loma Real, donde fueron abatidos tres presuntos delincuentes, que habrían sido parte del comando que atacó a los civiles.
Entre los fallecidos, hubo varios taxistas, un estudiante de enfermería, un empleado de una universidad, varios trabajadores de una constructora, un comerciante, un ciudadano nicaragüense y otras personas más que, hasta el momento, no han sido identificadas (presuntamente delincuentes), que suman hasta este momento 19.