Martin Luther King III, el hijo mayor del pastor Martin Luther King, legendario activista por los derechos civiles de los afroestadounidenses, está de gira por México y en la víspera visitó Teotihuacán, el sitio arqueológico declarado Patrimonio de la Humanidad en 1987 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Martin Luther King III recién estuvo con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en Oaxaca, en una ceremonia oficial, y permanece unos días en territorio nacional junto a su familia para visitar sitios emblemáticos del país: “Mientras estábamos en la Ciudad de México, Andrea, Yolanda y yo visitamos Teotihuacán“. Agregó:
“Estábamos asombrados por el gran templo y la Pirámide del Sol y la Luna. Estar empapado de esta historia fue impresionante”.
Martin Luther King III, solicitado en México
Una comisión de verdad y reconciliación ayudaría a México a aceptar el legado de la esclavitud africana, dijo el activista de derechos civiles Martin Luther King III durante una entrevista en Ciudad de México, con motivo de la conmemoración gubernamental del héroe de la liberación afromexicana Vicente Guerrero, quien abolió la mayor parte de la esclavitud en 1829.
México ha pasado por alto durante mucho tiempo el legado de la esclavitud y su impacto en la población negra del país, que se concentra principalmente en aldeas costeras pobres de las costas del Pacífico y el Golfo. Martin Luther King III (63 años) dijo que México y Estados Unidos podrían considerar procesos de reconciliación al estilo sudafricano para reconocer plenamente el pasado.
“Las discusiones sobre reparaciones por esclavitud también deberían surgir de dicho proceso. Pocas comisiones de la verdad en todo el mundo han abordado directamente el legado de la esclavitud y el colonialismo”.
La esclavitud africana en México alcanzó su apogeo a fines del siglo XVI y principios del XVII después de que España prohibió esclavizar a la población indígena, con alrededor de 200 mil africanos traídos a México. La creciente conciencia llevó a más personas a identificarse a sí mismas como afromexicanas en los últimos años, con el censo de 2020 contando a 2.5 millones de personas, 2% de la población.