En solamente un día, se agotaron todos los boletos del mes de mayo para la exposición “Aztecas: el pueblo que movió al sol”, que se presenta en el Museo Nacional de Corea, en Corea del Sur, informaron las secretarías de Relaciones Exteriores y Cultura.
“Aztecas: el pueblo que movió al sol” se inauguró el 2 de mayo en Corea del Sur. Para la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, la expectativa de la exposición es muestra del creciente interés y aprecio que las culturas originarias de México generan más allá de las fronteras.
“Parte fundamental de nuestras políticas ha sido mostrar al mundo lo mejor de las culturas y tradiciones mexicanas. Y en este sentido, la exposición de ‘Aztecas: el pueblo que movió al sol’ se ha vuelto una gran embajadora de México en otras latitudes; no hay que olvidar que estuvo en Alemania, Austria, Países Bajos y ahora llega al recinto cultural y artístico más importante de la República de Corea del Sur, para terminar su recorrido internacional”, dijo Alejandra Frausto.
- La exposición es por la conmemoración del 60 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre México y Corea, hecho que reviste un significado muy especial para la sociedad coreana, dado que se considera que se cierra un ciclo de vida y el inicio de uno nuevo, explicaron las secretarías.
“Aztecas: el pueblo que movió al sol” es organizada por la Secretaría de Cultura federal, a través del INAH, en colaboración con el Museo Linden de Stuttgart, Alemania, y en cooperación con el Museo Etnográfico de Viena, Austria; con la curaduría de Doris Kurella, del Museo de Linden, y la asesoría científica de los arqueólogos mexicanos Leonardo López Luján, Raúl Barrera Rodríguez y Eduardo Matos Moctezuma.
¿Qué ofrece la exposición?
El montaje presenta más de 200 objetos arqueológicos y dos reproducciones, pertenecientes en su mayoría a las colecciones del Museo Nacional de Antropología, el Museo del Templo Mayor y el Proyecto Templo Mayor.
- La exhibición ofrece un acercamiento a la historia, la vida cotidiana, la ritualidad, los logros culturales y el legado del pueblo venido de la mítica ciudad de Aztlan, contribuyendo también a esclarecer muchos estereotipos que existen en torno a prácticas como el sacrificio humano en las sociedades mesoamericanas.
Entre las piezas destacan máscaras-cráneo, esculturas en barro de gran formato como la que representa al dios de la muerte, Mictlantecuhtli; finas láminas de oro que simbolizan a la divinidad lunar Coyolxauhqui; caracoles cortados y esgrafiados, cuchillos bifaciales de gran tamaño, copas policromadas, una escultura de atado de años y un cofre de piedra para ofrenda (tepetlacalli), entre otros inestimables objetos, que podrán ser apreciados en el Museo Nacional de Corea hasta el 28 de agosto.