Desde 2010, la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) tenía conocimiento de la presunta colaboración de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, con el Cártel de Sinaloa.
El “Grande” buscó a agente de la DEA para cooperar
En una nueva audiencia del juicio contra García Luna en Nueva York, el periodista Arturo Ángel detalló que Miguel Madrigal, agente de la DEA, dijo ante el jurado que Sergio Villarreal, el “Grande”, lo buscó horas después de su detención por información que tenía de los nexos del exfuncionario federal con el crimen organizado y deseaba cooperar.
Además, el agente de la DEA señaló que tuvo acceso a un vídeo donde se observaba la camioneta de Edgar Enrique Bayardo del Villar, excomisario de la Policía Federal Preventiva (PFP) y uno de los hombres de confianza de Genaro García Luna, estacionado afuera de la casa de Jesús “Rey” Zambada.
Incluso, le informaron a Víctor Gerardo Garay, entonces comisionado de PFP y subordinado de García Luna, del posible nexo entre Bayardo del Villar con el “Rey” Zambada.
Tiempo después, Bayardo del Villar se hizo protegido de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), pero fue asesinado en un establecimiento en la colonia Del Valle, alcaldía Benito Juárez, en diciembre de 2009.
Reunión entre García Luna, Arturo Beltrán Leyva y la “Barbie”
En el décimo día de audiencias, el expolicía federal Francisco Cañedo Zavaleta reveló que vio reunidos a Genaro García Luna con Arturo Beltrán Leyva y Édgar Valdez Villarreal, la“Barbie”, esto el 19 de octubre de 2008.
Cañedo Zavaleta narró que todo ocurrió cuando estaba de descanso y circulaba por la carretera libre a Cuernavaca – Tepoztlán. Al percatarse de que a media carretera se encontraban García Luna, Arturo Beltrán y la “Barbie” platicando, siguió su camino.
Agregó que después, a bordo de camionetas, los tres personajes ingresaron a un fraccionamiento llamado “Los limones”.
Expolicía federal informó a Layda Sansores de reunión
Los hechos los compartió con su compañero Óscar Granados; juntos decidieron realizar un escrito y denuncia ante el Congreso de la Unión, dirigiéndose con la entonces diputada y ahora gobernadora Layda Sansores.
Fue Layda Sansores quien les recomendó denunciarlo en un escrito anónimo que le entregaron a un periodista de Proceso.
Cañedo Zavaleta señaló que lo terminaron acusando de narcotráfico, crimen organizado, evasión de reos; fue arraigado y enviado al penal de Puente Grande. Al final, los jueces lo absolvieron de todos los cargos.