El rey emérito Juan Carlos I, investigado por la justicia suiza y española por corrupción, se “trasladará” fuera de España, para contribuir a facilitar el ejercicio de las funciones de su hijo, el rey Felipe VI, informó mediante un comunicado.
“Majestad, querido Felipe, con el mismo afán de servicio a España que inspiró mi reinado y ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada (…) te comunico mi meditada decisión de trasladarme en estos momentos fuera de España”,
Comunicado
A seis años de abdicar en junio de 2014 a favor de su hijo y acosado por los escándalos, la permanencia del rey emérito en el Palacio de la Zarzuela, no era la más adecuada.
La justicia, tanto en Suiza como en España, investiga el origen de 100 millones de dólares que habría recibido secretamente de Arabia Saudita en una cuenta en Suiza en 2008.
El Tribunal Supremo español anunció en junio la apertura de la investigación para determinar su eventual responsabilidad en una causa iniciada en 2018, cuando en unas grabaciones atribuidas a su examante, Corinna Larsen, aseguraban que Juan Carlos I habría cobrado una comisión por la concesión de un contrato para la construcción de la vía férrea de alta velocidad entre La Meca y Medina en pleno desierto, en Arabia Saudita.
Por su parte, la prensa se ha hecho eco de las investigaciones de la fiscalía de Ginebra y las declaraciones de un abogado suizo, Dante Canonica, quien dijo haberse encargado de “crear una estructura” para ocultar los fondos enviados a Juan Carlos I.
Otra información revelada señala que Corinna Larsen habría declarado a la fiscalía de Ginebra que Juan Carlos I le transfirió unos 65 millones de euros “por gratitud y amor” y no para ocultarlos.
Mala imagen del rey Juan Carlos I
La imagen personal de Juan Carlos I ha quedado muy manchada ante estas revelaciones a las que se suman otros escándalos previos a su abdicación, como cuando se rompió la cadera en una cacería en Botsuana en 2012 durante un safari de lujo pagado por un empresario saudita en plena crisis económica en España.
A todo esto se sumó un escándalo de corrupción que llevó a su yerno Iñaki Urdangarin a la cárcel. Juan Carlos I cedió la corona a su hijo en 2014, antes de retirarse de la vida pública en 2019.
Pero en los últimos años aumentaron las sospechas sobre su fortuna opaca, derivadas de sus lazos con las monarquías del Golfo.
Ante nuevas revelaciones este año, que incluso lo señalaban también como beneficiario de la fundación panameña que en Suiza recibió el dinero saudita, Felipe VI buscó marcar distancia de su predecesor y anunció en marzo que renunciaba a la herencia de su padre y le retiró su asignación anual que constaba de aproximadamente 219 mil dólares.