Casi es 10 de mayo, una de las celebraciones más grandes para las mexicanas y mexicanos, por ello este Día de las Madres queremos que recuerdes a mamá con algunas de las frases más conocidas que muchos recordarán o viven en estos momentos.
La madre mexicana se caracteriza por tener un carácter aguerrido para mostrar el pecho por sus hijos cuando es necesario, pero también por contar con una serie de frases aptas para todo momento y ocasión.
En Unotv.com hicimos una recopilación de algunas de las frases más sonadas en México por las madres que siempre expresaron con amor a sus hijos y por las cuales también son motivo de respeto sin duda alguna.
Frases que dicen las madres mexicanas
¿Y si lo encuentro qué te hago?
Una de las cosas que no vamos a olvidar era la advertencia de nuestras madres para que recordáramos dónde habíamos dejado algo o para encontrar algo que nosotros “supuestamente” buscamos bien, pero que en realidad no lo encontramos a pesar de estar muy cerca de nosotros.
Motivados por el “¿qué te hago?”, volvíamos a buscar, pero cuando terminaba la mamá por buscar algo ya sabíamos que iba a existir alguna consecuencia.
¿Qué horas son estas de llegar a casa?
Para los que gustaban de la fiesta y que se iban sin pedir permiso, recordarán esta frase al llegar a su hogar.
A muchos les pudo haber pasado que su madre los esperara cerca de la entrada de su casa y aunque llegaran de puntillas o muy despacio, irremediablemente se encontraban con su progenitora que no podía faltar a decir esta conocida frase.
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¿Por qué? ¡Porque soy tu madre!
Contradecir a una madre mexicana era algo impensable en algún momento, aunque ahora los padres ya son más flexibles en las conversaciones con sus hijos, hace algunos años se hizo famosa esta frase porque lo resolvía todo si quería cuestionar o contradecir a una jefa de familia.
Si te decían estas palabras, era seguro que cualquier respuesta que tuviera no tendría peso y tendría que hacer caso a lo que se te dijera (en algunos hogares podrías estar sujeto a la “chancla voladora”).
Cuando tengas hijos te vas a acordar de mí
Una forma de ponerte de ejemplo para tu propio futuro era decirte estas sencillas palabras, que podrían o hacer que ya no quisieras tener hijos si se parecían a ti en las actitudes que tenías de juventud o sabías que ese destino ya te lo habías forjado.
¿Qué vas a hacer cuando me muera?
Aunque suena un tanto dramática la frase, sabemos que pudo haber sido impulsada por telenovelas de diferentes épocas, aunque es una mera especulación, porque no se sabe exactamente cuál fue la fuente o de dónde surgió.
Lo que muchos experimentaron con esta frase es que se mencionaba en un momento en el que la mamá mexicana buscaba impulsarte y decirte que te hicieras cargo de tus cosas, que fueras más activo para el hogar o que no dependieras tanto de ella.
Esos platos no se van a lavar solos
En el aprendizaje de la vida de casa, nuestras madres no enseñaron a realizar los quehaceres necesarios para sobrevivir desde muy jóvenes, a los que no sufrieron al vivir solos o les costó más trabajo adaptarse a realizar las tareas diarias.
Lavar los trastes de la casa fue una de las tareas que a muchos les daba flojera o les disgustaba, sin duda, la mayoría de ellos experimentaron en viva experiencia la frase.
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¡Dios mío! ¿Qué hice para merecer esto?
La desesperación que provocaron muchos jóvenes y niños en sus madres ponía al límite sus paciencias y para ello brillaban estas palabras.
Donde las progenitoras ya no sabían qué hacer con nosotros y sacaban un poco de la frustración diciéndolas frente a nosotros.
¡Mientras vivas en este techo, se va a hacer lo que yo diga!
Para todos aquellos rebeldes de casa les será familiar haberlo escuchado, pues las jefas de familia tenían o tienen reglas para vivir en armonía en casa y no acatarlas podría provocar una discusión que podría ser rápidamente terminada así.
Si tus amigos se tiran al pozo, ¿tú también lo vas a hacer?
Con algunas variantes regionales, como un puente, se nos decía esto para que hiciéramos lo que se consideraba “errores” que realizaban nuestros amigos y que, en muchas ocasiones, podrían provocarnos algún daño o simplemente, nuestros padres no lo veían como un bien.
Me vas a matar de un coraje y Me vas a sacar canas verdes
Estas dos frases también eran muestra de la desesperación que provocaban niños y jóvenes a sus madres por hacer algo que no les gustara o comúnmente alguna travesura.
Te dejamos algunas otras frases que sabemos muchos escucharon alguna vez en su vida de sus madres:
- Ahorita que lleguemos a la casa vas a ver
- Me duele más a mí que a ti, créeme
- Algún día me los vas a agradecer
- Acuérdate que tienes madre
- ¿Quieres que te dé una razón para llorar?
- Pero quién te manda
- Te vas a comer fría la comida, yo no sé
- ¡Ustedes me van a volver loca!
- ¿Qué te mandas solo o qué?
- Ponte el suéter, ándale
- No andes saltando en los charcos ¡Te vas a enfermar!
- Cuando tengas tu casa, hace lo que quieras, pero aquí no
- ¡Que sea la última vez!
- ¡A mí no me responda!
Y la lista podría seguir, pero te dejamos estás porque sabemos que son algunas de las más conocidas y con las que con amor podrás recordar a mamá.
¿Y ustedes qué otras frases recuerdan?