Los discursos de odio han tomado fuerza gracias a las nuevas tecnologías de comunicación, como el internet y las redes sociales; pero, ¿qué son exactamente?, aquí te lo platicamos.
Si bien, no existe una definición jurídica internacional, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera que es cualquier forma de comunicación de palabra, por escrito o a través del comportamiento, que sea un ataque o utilice lenguaje peyorativo o discriminatorio en relación con una persona o un grupo.
¿Cuáles son los discursos de odio más frecuentes?
Son los basados en la religión, el origen étnico, la nacionalidad, la raza, el color de piel, la ascendencia, el género u otro factor de identidad. Dichos discursos son propagados con la intención maligna de incitar al interlocutor, o lector, a que lleve a cabo acciones destructivas en contra de un grupo a fin de discriminarlo o alejarlo.
Instituciones de derechos internacionales apuntan que los discursos del odio a menudo se amparan en la libertad de expresión, una libertad que no es absoluta y está limitada cuando colisiona con otros derechos como la igualdad, el derecho al honor o la dignidad de las personas.
A decir del Instituto de Derechos Humanos de Cataluña, los argumentos se basan en prejuicios y estereotipos de la sociedad, y la extensión de la web a nivel mundial ha provocado que su alcance e influencia resulte prácticamente ilimitada.