Dice la Real Academia de la Lengua (RAE) que un periodista es todo aquel que obtiene, trata, interpreta y difunde información con ética a través de cualquier medio; pero si me preguntan a mí, también hacemos lo posible en tener empatía con nuestra sociedad, darle un altavoz a quienes no quieren escuchar y no volvernos insensibles ante un mundo lleno de atrocidades para también poder informar sobre el lado bueno de la vida.
A continuación les contaré algo de lo que hacen un periodista, de lo que nos enseñan y las reflexiones de unos de los más grandes periodistas de todos los tiempos.
De las teorías a las preguntas
Al ingresar a los estudios profesionales además de teorías como la Agenda Setting, Semiótica y la Epistemología a los futuros periodistas les enseñan principalmente a redactar notas que tengan las respuestas a las preguntas:
- ¿Qué?
- ¿Quién?
- ¿Cuándo?
- ¿Dónde?
- ¿Cómo?
Un periodista debe responder a estas preguntas sin que parezca una carta de amor o que sea la mera transcripción de un cuestionario. Pero también uno debe desarrollar una especie de nuevo sentido porque habrá ocasiones en las que las respuestas no serán brindadas fácilmente.
También, además de un agudo sentido de la observación el periodista entrevista para llegar a conocer más de la verdad.
Además, la posmodernidad nos ha hecho a los seres humanos multihabilidades y eso también aplica para el periodista que muchas veces se encarga de tomar fotografías, video e incluso editar su propio material.
El lado humano de la labor del periodista
Más allá de todo lo técnico, como les contaba, el periodista también desarrolla la empatía por su comunidad, por los habitantes de otros países y por sus compañeros de gremio.
Y es que sin la empatía el periodista bien podría ser sustituido por un procesador de texto, tal como dijo un referente de este oficio, Ryszard Kapuscinski:
“Creo que para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser un buen hombre, o una buena mujer: buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias. Y convertirse, inmediatamente, desde el primer momento,en parte de su destino. Es una cualidad que en psicología se denomina «empatía». Mediante la empatía, se puede comprender el carácter del propio interlocutor y compartir de forma natural y sincera el destino y los problemas de los demás”.
Los cínicos no sirven para este oficio, Ryszard Kapuscinski.
Y para cerrar este texto me gustaría agregar lo que el periodista-escritor, Gabriel García Márquez dijo una vez:
“El periodismo es una pasión insaciable que sólo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad. Nadie que no la haya padecido puede imaginarse esa servidumbre que se alimenta de las imprevisiones de la vida. Nadie que no lo haya vivido puede concebir siquiera lo que es el pálpito sobrenatural de la noticia, el orgasmo de la primicia, la demolición moral del fracaso. Nadie que no haya nacido para eso y esté dispuesto a vivir sólo para eso podría persistir en un oficio tan incomprensible y voraz, cuya obra se acaba después de cada noticia, como si fuera para siempre, pero que no concede un instante de paz mientras no vuelve a empezar con más ardor que nunca en el minuto siguiente”.
El mejor oficio del mundo, discurso de Gabriel García Márquez.