El director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo señaló que la reconversión hospitalaria para enfrentar la pandemia del coronavirus COVID-19 fue un proceso histórico que priorizó brindar una cama de hospitalización a toda persona que lo requiriera.
Destacó que la reconversión en el IMSS durante la pandemia estuvo determinada por la oferta y demanda, es decir, cuántas personas iban a requerir hospitalización y con qué número de camas con un ventilador se disponía para pacientes graves, subrayando que el Instituto ha sido la piedra angular de la respuesta mexicana frente al COVID-19.
“En el cálculo que tenemos al día de hoy, que se sigue construyendo, logramos que se tuvieran cerca de siete mil camas que han servido para atender a pacientes con la enfermedad, y que sin la reconversión no hubiéramos podido contar con estas camas”.
Zoé Robledo director del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Detalló que este proceso fue un reto, porque el IMSS atiende en sus hospitales cerca de 750 tipos distintos de padecimientos y con la pandemia se tuvo que destinar la mitad de las camas, recursos, equipo y personal para atender una enfermedad que no se conocía.
Un factor clave en la reconversión y atención de la pandemia fue la contratación de cerca de 39 mil médicos, médicas, enfermeras, enfermeros especialistas, camilleros, y diez mil médicos y enfermeras que antes del COVID se incorporaron al IMSS para implementar las unidades médicas de tiempo completo.
Destacó que el IMSS abrió sus puertas a personas no afiliadas, lo que ha permitido brindar atención a 25 mil no derechohabientes. Dijo que si bien en tres ocasiones anteriores (sismos de 1985 y de 2017, y pandemia por influenza A/H1N1) se atendió a población en general, nunca había ocurrido un esfuerzo de esta dimensión.
Señaló que este esfuerzo ha sido posible por el compromiso del personal del IMSS, en particular de quienes integran los equipos COVID, a quienes se ha dotado de Equipos de Protección Personal para desempeñar su labor en condiciones de seguridad, además de otorgar el Bono COVID, en el cual se han invertido más de tres mil millones de pesos.
También indicó que durante la pandemia se han entregado más de 12 millones de recetas resurtibles, lo que representa tres meses de medicamentos a pacientes con enfermedades crónicas controladas y que en 17 entidades fue posible llevarlas a su domicilio.
Por otra parte, destacó la cooperación con el sector privado para atender a más de 14 mil derechohabientes en hospitales particulares, el cual “fue enfocado a atender a mujeres embarazadas”.
“Ya son cerca de 11 mil niñas y niños derechohabientes del Seguro Social que nacieron en hospitales privados, para que nosotros pudiéramos dedicar algunas áreas de Ginecoobstetricia a atender también COVID”.
Zoé Robledo.
Mediante esa asociación se logró atender a pacientes con COVID-19 en tres Centros de Rehabilitación e Inclusión Infantil Teletón (CRIT) y la construcción, hasta el momento, de nueve hospitales temporales con el apoyo de la empresa CEMEX, que van desde Villahermosa hasta Tijuana.
Respecto a este modelo, dijo que la construcción y equipamiento se ha logrado realizar en un promedio de cinco semanas, cuando normalmente una unidad con características similares puede tardar entre dos años y medio y tres años, antes de ser puesta en marcha. Agregó que en el transcurso del año se abrirán dos hospitales temporales adicionales.
“Fue para nosotros uno los esfuerzos más grandes y útiles. Si después de la pandemia y la des-reconversión de hospitales requerimos más camas para seguir atendiendo COVID-19, lo podemos hacer ahí, pero si lo que requerimos son más consultorios o quirófanos, también tienen esa flexibilidad”.
Zoé Robledo.