El miércoles de ceniza es una de las fechas importantes para miles de fieles católicos, pues, marca el inicio de la Cuaresma, tiempo de preparación para la Semana Santa, pero ¿cuándo es miércoles de ceniza en el 2024? Y ¿qué es la Cuaresma? Unotv.com te da los detalles.
¿Cuándo es miércoles de ceniza 2024?
Para este año, el miércoles de ceniza se celebra el 14 de febrero, día en el que, también, se festeja el amor y la amistad en México, según lo marca el calendario litúrgico católico.
Por lo que el 14 de febrero, en decenas de iglesias, se aplicará la ceniza para dar inicio a la Cuaresma.
¿Qué es la Cuaresma?
La Cuaresma es un periodo de 40 días, previo al inicio de la Semana Santa, que para el 2024 comenzará el 24 de marzo con la celebración del Domingo de Ramos. Para los católicos, este tiempo representa un momento de reflexión, arrepentimiento y renovación espiritual.
De acuerdo con el portal Desde la Fe, durante la Cuaresma también se invita a los fieles a hacer oración a fin de acercarse a Dios y arrepentirse de los pecados cometidos, para, así, llegar con una renovación espiritual a la Semana Santa, en donde se recuerda la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
El portal destaca, también, que la Cuaresma sirve para hacer ayuno como “una forma de purificación” previo a la Semana Santa, una de las fechas más importantes de la religión católica en el mundo.
La Cuaresma, que inicia con el miércoles de ceniza, el 14 de febrero de 2024, llegará a su fin el 28 de marzo con el Jueves Santo.
Además de la reflexión por parte de los católicos, durante la Cuaresma también se evita comer carne los viernes y el miércoles de ceniza, pues, según explica el sitio, “Desde la fe” es una manera de abstinencia a manera de penitencia.
A decir del portal, la iglesia católica también acepta que se hagan obras de caridad o la abstinencia de un placer a manera de ayuno.
Asimismo, en los templos católicos, las imágenes de Santos y Vírgenes son cubiertas por mantos color morado, por tradición, pues anteriormente se creía que era una penitencia, ya que el creyente no era digno de mirar las imágenes.