Cascada de basura y aguas negras en Huixquilucan: vecinos denuncian contaminación

| 13:16 | Agustín Velasco | Uno TV

A simple vista parece una cascada natural, pero en realidad es una descarga de aguas negras que fluye sin tratamiento hacia el río San Joaquín, en los límites de la Ciudad de México y el Estado de México.

Durante más de cuatro décadas, Irma ha vivido a un costado de esta caída de aguas negras.

“-¿Desde cuándo tiene esta cascada de aguas negras?

-Tendrá unos 40 años, 40 años que era la cascada, no era directa hasta acá, sino aquí en la entrada de la colonia y ya después hicieron estos condominios de acá enfrente, ya se entubó toda el agua hasta esta caída”.

-La están echando directo al río.

-Eso es, directamente al río”, Irma Carrera, vecina de la colonia Jesús del Monte, Huixquilucan

Este caudal artificial sale de un cárcamo que se encuentra sobre la avenida Emiliano Zapata, en la colonia Jesús del Monte, y en el que confluyen distintos drenajes. 

“-Cuando usted llegó a vivir aquí, ¿cómo era el agua del río?

-Era limpia, era limpia, porque ahora ya es puro drenaje”,  Irma Carrera, vecina de la colonia Jesús del Monte, Huixquilucan

Aunque no sólo es el drenaje del municipio de Huixquilucan el que se vierte sobre el río San Joaquín.

“Todos tenemos nuestro drenaje hacia la barranca”, Irma Carrera, vecina de la colonia Jesús del Monte, Huixquilucan

Desde este punto, el agua recorre varios kilómetros río abajo; cascadas de basura adornan las laderas de la barranca, por donde fluye y llega hasta La Herradura, colonia en la que vive Francisco

“Ese crecimiento poblacional hace que sus descargas vengan al río y como este cuerpo es el que recibe esto hasta abajo, porque es río arriba y viene bajando, baja, perdón la palabra, baja la caca, baja la basura y aquí se acumula y lo que hace es que huele todos los días, aquí tenemos un baño a cielo abierto”, Francisco Farrera, vecino de la colonia La Herradura

Ese “baño” es la Presa El capulín, donde el agua burbujea, en la superficie se forma una espesa nata de espuma y basura.

El olor de este cuerpo de agua oscura es algo con lo que lidian todos los días vecinos como Miguel.

“Todos los drenajes los han canalizado para llegar aquí. Es horrible el olor que se percibe aquí”, Miguel Ángel Rubio, vecino de la colonia La Herradura

Elsa, otra vecina de la zona, también destaca que “hay un mal manejo de las compuertas” lo que ha permitido que las aguas negras se estanquen, incluso, por varias semanas.

“Dejan las aguas negras crudas y las estancan aquí en el vaso regulador, hay un mal manejo de las compuertas, se quedan estancadas las aguas negras a veces semanas y sin ningún producto para inhibir la acción microbiana”, Elsa Cordero, vecina de la colonia La Herradura

Donato es biólogo, trabaja para el Sistema de Aguas de Huixquilucan. Acepta explicar lo que ocurre en esta presa con la condición de resguardar su identidad.

“Lo que genera olor a primera vista es la capa de arriba, que es de grasas y aceites, que vienen de todos los desechos; esas grasas y aceites al ser expuestas al sol liberan sustancias y aromas… Cuando el nivel de la presa baja queda expuesta la materia orgánica que se precipitó, esa materia orgánica que se puede traducir en que son puros lodos, esos lodos igual, al tener contacto con el sol, empiezan a liberar sustancias, aromas que son bastante desagradables y llega a oler, en tiempos de calor, como a granja de puerco”, Donato, biólogo del Sistema de Aguas de Huixquilucan

Miguel cuenta que se animó a vivir en esta zona con la promesa de un paraíso, pero es todo lo contrario

“Que iba a ser un bonito lago, con patitos y lo único que hay es fauna nociva, ratas, animales muertos y un olor fétido espantoso”, Miguel Ángel Rubio, vecino de la colonia La Herradura

Miles de personas, asegura Elsa, sortean todos los días este foco de infección.

“Somos más de 10 mil vecinos, nada más en La Herradura somos 10 mil vecinos y también están los de Lomas de la Herradura y Balcones de la Herradura”, Elsa Cordero, vecina de la colonia La Herradura

En la presa el Capulín, desde hace años, vecinos como Francisco han emprendido una lucha para que los tres niveles de Gobierno se coordinen y encuentren una solución definitiva al problema de la contaminación del Río San Joaquín.

“Hay responsabilidad del municipio en el tema del manejo de la basura, manejo de las descargas hacia el cauce del río y recoger la basura, básicamente”, Francisco Farrera, vecino de la colonia La Herradura

Lucha que, desde hace décadas y en solitario, también ha emprendido Irma en el lugar donde nace este río de agua tóxica.

“Yo le pregunté al señor (Ignacio) Pichardo Pagaza, en aquel entonces cuando él fue gobernador, le dije de esta situación… Cuando estuvo el señor (Enrique) Vargas, también se le dijo, vino, tomaron fotografías, hicieron todo; últimamente ya quedó la señora Romina (Contreras), vino también aquí y dijo que iba a hacer una protección que se tenía que hacer desde abajo, pero como usted ve, ahorita ya se está cayendo todo”, Irma Carrera, vecina de la colonia Jesús del Monte, Huixquilucan