El Gobierno de los Estados Unidos ha implementado una serie de medidas para abordar los flujos migratorios, realizando vuelos de remoción desde el 26 al 29 de diciembre, dirigidos a Centroamérica, Cuba, Haití y Venezuela.
Estas acciones buscan asegurar el cumplimiento de la legislación migratoria, con énfasis en el retorno inmediato de personas que ingresen de forma irregular al territorio estadounidense.
México y Venezuela unen esfuerzos en vuelos de repatriación
En el marco de esta estrategia, el Departamento de Seguridad Nacional ha deportado a más de 460 mil personas, siendo la mayoría de ellas individuos que cruzaron la frontera suroeste de los Estados Unidos. Este significativo número, registrado en tan solo siete meses, supera las remociones y devoluciones de todo el año fiscal 2019, así como las cifras anuales de 2015 a 2018.
Es relevante destacar la colaboración y esfuerzos conjuntos con el Gobierno de México, que ha desempeñado un papel crucial en la reducción de la presión en la frontera, realizando vuelos de repatriación especialmente a Venezuela. Esta acción contribuye a gestionar de manera efectiva los flujos migratorios y garantiza un retorno seguro y ordenado.
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El Gobierno de Estados Unidos reconoce la importancia de trabajar con socios en la región para abordar las causas fundamentales de la migración y gestionar este fenómeno de manera regular, ordenada y humana. Además, se enfatiza en el compromiso continuo de hacer cumplir la legislación migratoria mientras se avanza en el desarrollo de una frontera moderna, segura y eficiente.
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Estas acciones refuerzan el compromiso del Gobierno estadounidense de manejar la migración de manera integral, buscando soluciones a largo plazo en colaboración con los países de la región. Se espera que estas medidas contribuyan a mantener la seguridad fronteriza y a abordar los desafíos asociados a los flujos migratorios en la actualidad.
