Estudiantes, académicos y trabajadores del CIDE realizaron este viernes una manifestación afuera del edificio principal del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
La protesta se realizó para oponerse a la sesión extraordinaria de la asamblea de asociados, en la que se pretende cambiar el estatuto general de este centro de investigación.
Al respecto, Javier Aparicio, profesor e investigador de este centro escolar, considera preocupante que el Conacyt continúe “violando la legalidad y los estatutos del CIDE”.
“Primero designan a un director sin someterlo a votación del Consejo Directivo y esta semana nos enteramos, de manera por demás sorpresiva, que el Conacyt quiere dar un madruguete y cambiar los estatutos del CIDE; cambiar las reglas para la designación del director general y las facultades del consejo académico, el máximo órgano interno de la escuela, donde se tienen que aprobar todos los aspectos esenciales, antes de llegar a los órganos externos”.
Javier Aparicio, investigador
Para el investigador y docente, el Conacyt y gobierno federal, en general, buscan imponerse por la vía de decisiones autoritarias y discrecionales.
“Es de no creerse que les incomode tanto un centro de investigación de poco más de 100 profesores y menos de 500 estudiantes. Quieren controlarlo a como de lugar; por un lado, con un director externo al CIDE, que no conoce a la comunidad, y por el otro eliminando las facultades de decisión del consejo académico. Lo ven como un botín político, es difícil entender por qué les molesta”.
Javier Aparicio, investigador
El integrante de la comunidad académica asevera, en entrevista, que les preocupa que se quiera coartar la libertad académica y la “reducida autonomía relativa que tiene el CIDE”.
“Hay quien dice que no es autónomo, pero sí tenemos autonomía técnica, operativa y de gestión. No somos una paraestatal, pero el gobierno insiste en querernos tratar como tal”.
Javier Aparicio, investigador
“La comunidad del CIDE no es reacia al diálogo, no estamos diciendo que nosotros tenemos que escoger unilateralmente la identidad del director del CIDE. Sabemos que las instituciones son sujetas a evaluación y reformas, pero en el marco de la legalidad y estatutos”, abunda el académico.
La vida interna del CIDE es de asociación civil
Javier Aparicio enfatiza que en el CIDE hay consejo académico, divisiones académicas y comisiones de ética y admite que al Conacyt le toca designar al director bajo ciertas reglas, pero, aclara, “la vida interna del CIDE, es la vida interna de una asociación civil, que no se olvide esto”.
“Cualquier reforma del estatuto, a las reglas de la vida interna del CIDE, primero se tiene que aprobar en el consejo académico, en el órgano interno, para después pasar a los órganos externos”.
Javier Aparicio, investigador
Para el investigador, es claro que lo que quiere hacer Conacyt es imponer un madruguete y que el órgano externo decida cosas sin someterlo a consulta o aprobación.
“Nos genera gran alarma esta intentona, porque hasta la semana pasada la discusión era sobre la legalidad e idoneidad del director del CIDE, pero este intento va más allá. Es preocupante. Si le quitas voz y voto al Consejo Académico del CIDE se vuelve irrelevante quién es el director. Tienes a una sola persona designando a un director que ya no tiene que rendirle cuentas a los colegiados internos”, considera.
