Las 10 frases clave de Claudia Sheinbaum al recibir constancia de mayoría como presidenta electa

Claudia Sheinbaum, quien se convertirá en la primera presidenta de México, recibió del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) la constancia de mayoría como presidenta electa, oficializando así su triunfo en las elecciones del 2 de junio pasado.

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En una sesión solemne, realizada en la sede del TEPJF en la Ciudad de México, la presidenta electa reivindicó el papel de las mujeres en la democracia mexicana y destacó: “La mayoría de la gente votó porque siga un gobierno honesto, de resultados, con amor a la patria y con amor al pueblo de México”.

Claudia Sheinbaum recibió hoy la constancia de mayoría en el TEPJF. Foto: Especial

“Me honra ser la primera voz que se dirige a usted de manera oficial como presidenta electa de los Estados Unidos Mexicanos. En representación de mis pares, le expreso que este tribunal electoral guarda para usted un profundo respeto y reconocimiento por su logro en las urnas, por haber obtenido el mayor número de sufragios de las candidaturas contendientes, la más alta votación en la historia democrática de nuestro país”, afirmó Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México.

La sucesora del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llegó a la sede del Tribunal Electoral acompañada de su esposo, Jesús María Tarriba.

Las frases clave de Claudia Sheinbaum al recibir su constancia de mayoría

Durante su discurso, de aproximadamente 15 minutos, Claudia Sheinbaum subrayó la importancia del voto mayoritario que la convirtió en la primera presidenta electa de México.

Resaltó la continuidad de un “gobierno honesto y comprometido con el pueblo”, y reafirmó el papel crucial de las mujeres en la democracia mexicana.

A continuación, presentamos las frases clave de su intervención, en la que delineó los temas que definirán su administración tras recibir la constancia de mayoría del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

  1. “Es la primera vez en 200 años de la República que recibe el reconocimiento de presidente electa una mujer presidenta”.
  2. “La votación masiva expresada en las urnas este pasado 2 de junio tiene varios significados que debemos escuchar y honrar”.
  3. “La mayoría de la gente votó porque siga un gobierno honesto, de resultados, con amor a la patria y con amor al pueblo de México”.
  4. “Hoy llegamos todas y con ello me comprometo a luchar para seguir construyendo igualdad y libertad para todas las mujeres mexicanas, en especial para las más vulnerables”.
  5. “El pueblo de México mostró su conciencia cívica, su vocación democrática, su sentido republicano.”
  6. “El pueblo decidió que continúe la economía moral y no regrese el sistema neoliberal”.
  7. “No regresará la guerra contra el narco. Seguiremos construyendo paz con justicia”.
  8. “Pienso que la libertad por la que votaron la mayoría de las y los mexicanos es la que puede ejercerse a plenitud en un régimen democrático y basada en los derechos de las personas”.
  9. “El mandato es claro: continuar y avanzar con la cuarta transformación de la vida pública”.
  10. “Como titular del Ejecutivo federal, como primera mujer presidenta de México, sepan que actuaré con honestidad, responsabilidad, respetando la independencia de los poderes”.

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Su primer mensaje como presidenta electa


A continuación, el discurso íntegro de Claudia Sheinbaum

El 2 de junio de 2024, el pueblo de México ejerció uno de los derechos fundamentales establecidos en la Constitución: votar y ser votado. En este caso, votada. Fue una jornada participativa, democrática, pacífica, ordenada y libre.

Esa noche se dio a conocer el resultado preliminar de la elección. El domingo siguiente, el Instituto Nacional Electoral, en voz de su presidenta, informó del resultado de los cómputos distritales.

Después del análisis de las diversas impugnaciones, como lo determina la norma electoral en nuestro país, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resolvió, por unanimidad, la validez de la elección a la Presidencia de la República.

Nuestro movimiento obtuvo 35,924,519 votos, lo que representa el 59.76% del total de la votación, 32 puntos por encima del segundo lugar. Un hecho inédito e histórico.

Reconozco a las magistradas y magistrados su respeto a la voluntad popular y su ejercicio democrático.

Debemos sentirnos todas y todos orgullosas y orgullosos, porque el pueblo de México mostró su conciencia cívica, su vocación democrática, su sentido republicano, pero también el reconocimiento colectivo de su fuerza y de su historia, expresada con claridad y contundencia el día de la jornada electoral.

Es la primera vez en 200 años de la República que una mujer recibe el reconocimiento de presidente electa.

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Como lo he dicho en otras ocasiones, no lo asumo solo como un triunfo individual o como el esfuerzo personal. El día de hoy, marcado ya en la historia de México, no llegó sola; llegamos todas.

Llegaron las mujeres heroínas de nuestra patria, las visibles, pero también las millones de mujeres invisibles de generaciones y generaciones que han hecho posible que consigamos este alto reconocimiento.

Llegué nutrida y llena de la fuerza que proviene de nuestras ancestras, nuestras abuelas, nuestras madres, nuestras hijas y nuestras nietas.

Hoy llegamos todas, y con ello me comprometo a luchar para seguir construyendo igualdad y libertad para todas las mujeres mexicanas, en especial para las más vulnerables, y de cuidar, como lo hacemos las mujeres responsablemente, el porvenir de nuestra patria.

La votación masiva expresada en las urnas este pasado 2 de junio tiene varios significados que debemos escuchar y honrar. Y no solo me refiero a mi persona como presidenta electa y a la responsabilidad que me corresponde, sino también a todas y todos los mexicanos, a quienes votaron por nosotros y a quienes no lo hicieron.

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La mayoría de la gente votó porque siga un gobierno honesto, de resultados, con amor a la patria y con amor al pueblo de México.

Dicho de otra forma: la mayoría de las y los ciudadanos no quiere que regresen los gobiernos al servicio de unos cuantos, ni la prepotencia, ni el influyentismo.

No quieren que regrese ni la corrupción ni los privilegios. Ese es el mandato del pueblo de México, y nos corresponde seguir haciéndolo realidad.

Es decir, el mandato es claro: continuar y avanzar con la cuarta transformación de la vida pública, la que inició en 2018 el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Y como lo ofrecí y manifesté durante todo el proceso electoral, eso significa seguir construyendo un México libre, de bienestar, un México de derechos, en paz, fraterno, independiente, soberano, democrático y justo.

Un México libre consigo, que la libertad con la que votaron y por la que votaron las y los mexicanos es la que significa un gobierno que respeta la libertad de expresión, de reunión, de prensa, de movilización.

Ahora, contrario a quienes piensan que la libertad solo está en el mercado, pienso que la libertad por la que votaron la mayoría de las y los mexicanos es la que puede ejercerse a plenitud en un régimen democrático y basado en los derechos de las personas. No hay libertad plena cuando no hay bienestar y derechos.

Es decir, es falsa la libertad del que debe cruzar kilómetros para migrar por pobreza. También es falsa la libertad del poder de compra con un salario de hambre, o la libertad de acabar con el planeta.

Ésa es una falsa libertad; la libertad puede ejercerse a plenitud en un régimen democrático, donde las y los mexicanos puedan vivir con bienestar y con derechos.

La cuarta transformación, por la que votaron mayoritariamente las y los mexicanos, es la que concibe como derechos, y no como privilegios, la educación, el acceso a la salud, la alimentación saludable, la vivienda digna, el salario justo, la pensión suficiente. Es decir, eligieron un estado de bienestar desde la cuna hasta la tumba. El pueblo decidió que continúe la economía moral y no regrese el sistema neoliberal.

Un México con paz. Me comprometí durante el proceso electoral a seguir construyendo la paz, atendiendo las causas y abatiendo la impunidad. Y el pueblo lo aprobó con su voto. Lo haremos con estrategia; no regresará la guerra contra el narco. Seguiremos construyendo paz con justicia.

Un México fraterno. Estoy convencida de que si algo avaló la voluntad de la mayoría de las y los mexicanos, es que no queremos que nadie sea discriminado, que nunca más se trate al pueblo de México con desprecio, con clasismo, con racismo, o a las mujeres con machismo.

Que nuestras raíces y nuestro destino están en la fraternidad, en el humanismo, en ser tratados siempre como iguales.

Un México soberano, libre, independiente. Pienso que también quedó claro el 2 de junio, como lo dice la Constitución desde los Sentimientos de la Nación, que la soberanía reside esencial y originalmente en el pueblo, y que por ello no debemos alejarnos de esa soberanía.

Esta está siempre por encima de grupos o individuos, por más poderosos que parezcan. Eso nos hace más libres, soberanos e independientes.

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Un México democrático y justo. Consigo que el pueblo de México plasmó ejemplarmente el 2 de junio que la democracia reside en el poder del pueblo, para el pueblo y por el pueblo, y que con su voto demanda también más democracia y más justicia.

Debemos entender todas y todos los mexicanos que hay un mandato popular. Justicia, en el sentido amplio de la palabra, significa justicia social, justicia ambiental, justicia para las mujeres, justicia para todas las personas, y también justicia igual para el pobre que para el rico.

Es decir, el pueblo de México también decidió mayoritariamente un verdadero sistema de justicia que sea igual para todas y para todos los mexicanos. Un sistema que también comprenda la separación entre el poder económico y el poder de la justicia, un estado de derecho.

Por ello, no debemos temer a la democracia. Decía Juárez: “La democracia es el destino de la humanidad, la libertad su brazo indestructible.”

El 2 de junio, el pueblo de México también plasmó su voluntad para la composición del Congreso de la Unión, y es clara la norma electoral en la asignación de los legisladores de mayoría y de representación proporcional.

Estoy convencida de que las y los titulares del poder judicial en materia electoral sabrán profundizar en este tema, porque así han actuado en pasadas elecciones, y sabrán respetar también la Constitución, las leyes y la voluntad del pueblo.

Como titular del Ejecutivo federal, como primera mujer presidenta de México, sepan que actuaré con honestidad, responsabilidad, respetando la independencia de los poderes.

Gobernaré para todas y todos los mexicanos, y tengan la certeza de que nos sentimos y nos sentiremos todas y todos cada día más orgullosos de nuestro origen y también de nuestro porvenir.

Nadie debe temer a nada. Al contrario, el futuro es promisorio. Somos un país de un pueblo extraordinario, único, maravilloso. Estaremos a la altura de las circunstancias y de nuestro hermoso y glorioso pueblo.

Hago el compromiso de no defraudar y de poner todo mi empeño, mi conocimiento, mi corazón, mi esfuerzo, mi voluntad, y hasta la vida misma, para servir a mi patria y a mi pueblo. ¡Que viva México!

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