Un equipo de astrónomos detectaron la señal de antiguo choque violento de dos agujeros negros que provocó uno nuevo de tamaño jamás visto.
“Es la explosión más violenta desde el Big Bang que haya observado la humanidad”, declaró Alan Weinstein, miembro del equipo que hizo el descubrimiento.
El Observatorio de Ondas Gravitacionales del Interferómetro Láser (LIGO) Scientific Collaboration (LSC) y Virgo Collaboration anunciaron el descubrimiento en dos artículos publicados en las revistas Physical Review Letters y Astrophysical Journal Letters.
En el texto se da a conocer que uno de los agujeros negros tenía 66 veces la masa del sol y el otro 85 veces esa masa.
El agujero negro que surgió del choque tiene 142 veces la masa del sol. El sonido de la colisión fue tan violento y dramático, señalaron los científicos que pudieron escucharlo, aunque el momento solamente duró una décima de segundo.
“Suena como un golpe sordo”, dijo el físico Alan Weinstein del Instituto Tecnológico de California, miembro del equipo que efectuó el descubrimiento.
Weinstein, también dijo que “no suena como gran cosa en un parlante”. Preciso es mencionar que el choque se produjo hace unos 7 mil millones de años, cuando el universo tenía la mitad de su edad actual, “pero apenas se lo detecta ahora debido a su extraordinaria lejanía”, indicó.
El agujero que se formó sería un agujero negro de “segunda generación”, resultado de la fusión de dos agujeros negros más pequeños, señala el estudio.
En los próximos años, los científicos probablemente podrán observar más eventos de fusión de este tipo, indica el equipo de investigación, que incluye a físicos de la Universidad de Maryland.
Por ahora, los científicos no pueden explicar del todo cómo los agujeros negros fusionados, al viajar por el universo, se encuentran con otros para fusionarse y crecer aún más. “Podría deberse a que los agujeros negros supermasivos se formaron inmediatamente después del Big Bang”, señala el estudio.