Alfonso Durazo dimitió a su cargo como secretario de Seguridad y Protección Ciudadana para competir por la gubernatura de Sonora, sin embargo, mandó su carta de renuncia al presidente Andrés Manuel López Obrador.
En el texto, Alfonso Durazo destacó la problemática de inseguridad en país y reconoció que las policías de los tres niveles del gobierno no son las culpables únicamente del alto nivel de incidencia delictiva.
“Es un error responsabilizar exclusivamente a la policía de la seguridad pública: la seguridad es un sistema, no una actividad. Tenemos que consolidar el estado de derecho, conseguir bienestar y desarrollo económico para los jóvenes y reconstruir en paralelo nuestra vida cívica. Tenemos también que promover una regeneración ética de la sociedad y terminar con la corrupción, ese mal endémico de los cuerpos de seguridad pública y justicia.”
¿Qué más destacó Alfonso Durazo?
En su misiva, el servidor destacó el avance en la reducción de algunos delitos y la coordinación con las diversas instituciones de seguridad.
“En el cumplimiento de mi responsabilidad estuve invariablemente acompañado por su colaboración. Tratamos todos de actuar siempre con visión de Estado y bajo la lógica solidaria de que si fallaba uno, fallábamos todos. Reconozco con particular mérito al general Luis Cresencio Sandoval y al almirante José Rafael Ojeda, dignos representantes de las armas de la República, cuya visión de Estado ha sido definitiva en la construcción de la Guardia Nacional”.
México registra ya una disminución sensible en 13 de los 17 rubros de la incidencia criminal que afectan más directamente a la población, como robo de vehículos, casas habitación, secuestro, asalto a transeúntes, entre otros, destacó Durazo.
Para finalizar, agregó “seguiré en el mismo barco; renuncio al puesto no al proyecto político ni a su liderazgo histórico. Me sumé al proyecto el 2006 y desde entonces he recibido todo tipo de oportunidades; la de colaborar en su gabinete ha sido para mí la oportunidad histórica de contribuir a un proceso mucho más profundo para el destino de México que el solo hecho de ser secretario de Estado: promover su Cuarta Transformación. Considero irrenunciable dicha causa.