Miles de litros de agua por segundo se llegan a desperdiciar en la Ciudad de México debido a tuberías rotas que pueden encontrarse en las calles, cuyo destino es la coladera.
“Se inicia el proceso para romper el asfalto, el concreto, y se hace la excavación, se localiza el daño y el siguiente proceso es traer el material adecuado para atacar la fuga”.
Elías Mata, Brigada de Detección y Reparación de Fugas de Sacmex.
Más de 40 mil fugas de agua reparadas en CDMX
Ocurre en calles de la Ciudad de México, donde en los últimos cinco años se han reparado más de 48 mil fugas.
Fugas de agua en CDMX:
- 2019 – 11 mil 618
- 2020 – 8 mil 907
- 2021 – 9 mil 416
- 2022 – 11 mil 376
- 2023 (enero-julio) – 6 mil 732
- Total – 48 mil 049
Un promedio de 9 mil 600 al año, sólo en la Ciudad de México.
¿Qué ocurre en otros estados?
Pero ¿qué pasa en otros estados del país? Puebla es una ciudad que explica las fugas por la tubería vieja.
Marín Escobar Solís, director de Infraestructura de Agua de Puebla, detalló que tienen registradas diariamente el orden de 33 fugas, y de ésas, 27 son en la red que atienden.
“El otro 20% prácticamente corresponde a desperdicio o fuga, que es responsabilidad del usuario. Sin embargo, cuando es en cuadro, nosotros les ofrecemos el apoyo y podemos también atenderlo, ya cuando entras al interior de la vivienda tenemos que coordinarnos con el usuario. Cada una de estas fugas que son visibles representan el orden de casi 3 mil litros de pérdida promedio que se tienen, nuestra tarea es que se reduzcan. Cuando empezamos la concesión era del orden de 6 mil litros por fuga porque el tiempo de atención era largo. Entonces ahora nuestra primera consigna es meterlas en menos de 72 horas todas las atenciones hasta que las reduzcamos a 24 horas. Entonces, el tiempo de exposición para una pérdida es menor, tan es así que ahora tenemos el orden de 3 mil litros por fuga en promedio”.
Marín Escobar Solís, director de Infraestructura de Agua de Puebla.
Aguascalientes padece escasez, y también desperdicia el vital líquido. Casi la mitad del agua extraída de los pozos no llega a los hogares.
“Nosotros extraemos del acuífero alrededor de 110 millones de metros cúbicos, anualmente, y solamente facturamos 55, eso quiere decir que la mitad del agua se está yendo a un destino que no lo tenemos con mucha certidumbre en dónde está (…) nosotros tenemos ahí una idea que el 50% que no estamos contabilizados, alrededor de la mitad, se está yendo en fugas por la tubería”.
Jesús Vallín, director de Modelo Integral de Aguas de Aguascalientes.
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En San Luis Potosí, hay buenas intenciones. Las fugas deben atenderse inmediatamente y quedar completamente reparadas en máximo 3 días.
“Un máximo de 72 horas (…) que la ciudadanía es nuestro mejor monitor, nos habla, nos comenta que existe una fuga. Nosotros vamos al lugar donde se señala la fuga, donde se detecta la fuga y reparamos, pero depende mucho el tiempo de reparación; no hay un estándar, como máxima tenemos nosotros el atenderlos en 72 horas porque puede ser una línea pequeña, de una conexión en una casa que se puede reparar de forma rápida o una línea de 12 pulgadas, que es muy grande, que hay que perforar, que hay que utilizar maquinaria”.
José Lugo, director de Interapas en San Luis Potosí.
Para evitar más fugas, en Sinaloa, la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Culiacán realiza trabajos de sustitución de tuberías. Al menos 180 colonias se quedarán sin agua por los trabajos de mejora.
Y eso pasa en la red pública, pero ¿qué ocurre con las fugas al interior de las viviendas?
En Chihuahua capital, la Junta Municipal de Agua y Saneamiento informó que se desperdician hasta 500 millones de litros de agua potable al mes por fugas registradas en los hogares.
Una gotera en una llave que ya no cierra bien por un empaque pareciera insignificante. Pero en un día representa litros y litros de agua potable que van directo al drenaje.
México, en crisis, se agota el agua.
Con información de Genaro Zepeda, en Puebla; Omar Hernández, en Aguascalientes y San Luis Potosí; Samuel Sánchez, en Sinaloa; y Fernando Reyes, en Chihuahua.
