A unos días de finalizar su mandato, AMLO se despide con esta carta de agradecimiento
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, envió una carta de despedida al pueblo mexicano, en el que destacó los avances alcanzados durante su mandato.
El mandatario federal señaló que la Cuarta Transformación ha logrado cambios profundos y duraderos en el país, siendo un proyecto sin precedentes en la historia política de México. Resaltó la importancia de haber realizado estos cambios de manera pacífica y democrática, sin traicionar los principios fundamentales del movimiento.
López Obrador también reconoció el esfuerzo y compromiso de la gente que lo apoyó desde el inicio, recordando las adversidades enfrentadas, como campañas de difamación por parte de opositores.
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Afirmó que Morena se ha consolidado como la principal fuerza política del país, controlando la mayoría de las entidades federativas.
Además, expresó su orgullo por la elección de Claudia Sheinbaum como la primera presidenta de México, a quien entregará la banda presidencial en los próximos días.
López Obrador afirmó que se retira de la vida pública y de la política, agradeciendo a sus compañeros y al pueblo por su apoyo, instándolos a mantener la unidad y evitar los vicios tradicionales de la política.
Aquí la carta completa:
“Me da una gran alegría mandarles este saludo ahora que nuestro México está por terminar la etapa inicial de su Cuarta Transformación y por empezar un nuevo periodo para consolidar lo que hemos logrado, que es mucho más de lo que algunas y algunos de ustedes imaginaron cuando empezamos a caminar juntos. Muy pocas veces en la historia, o tal vez nunca antes, un partido político había logrado producir cambios tan profundos, extensos y perdurables, y hacerlo de manera pacífica, democrática y legal, sin romper un solo vidrio y sin perder la dignidad ni traicionar nuestros principios.
Construimos esta hazaña tocando puertas, cabezas y corazones; informando y organizando; trabajando incansablemente en todo el territorio nacional; escuchando al pueblo y a cada persona; apelando a los buenos sentimientos, a la generosidad y al patriotismo de la gente. No nos desanimaron el sol inclemente ni los aguaceros ni la indiferencia de muchos, ni tampoco las feroces campañas de difamación lanzadas en nuestra contra por la mayoría de los medios. Ni las trampas ni las artimañas con las que la mafia que se había apoderado de México saboteaba nuestros eventos o lanzaba provocaciones. Empezamos a luchar casi sin recursos, provistos sólo de voluntad, esperanza, convicción y amor a nuestra patria. Y en unos pocos años logramos alcanzar la Presidencia para iniciar una transformación que ya está en la historia.
Hoy Morena es por mucho la principal fuerza política del país. Gobierna dos tercios de las entidades federativas y en junio volvió a ganar la elección presidencial, incluso con más votos que los obtenidos en 2018. Imaginen qué orgullo sentí al constatar que la obra de este gobierno no sólo no había restado votos, como suele ocurrir por el llamado desgaste del poder, sino que el pueblo nos había sumado más. Pero esos votos no sólo se debieron a las conquistas sociales, los avances políticos, la fortaleza económica, las obras realizadas y la revolución de las conciencias que emprendimos desde abajo y entre todos, sino que fueron también fruto de la trayectoria y del trabajo de la doctora Claudia Sheinbaum. Una luchadora social, académica, científica, dirigente política, funcionaria y gobernante excepcional. Talentosa, bien preparada, mujer de convicciones y de buen corazón.
El 2 de junio México eligió con casi 36 millones de sufragios a nuestra compañera Claudia, a quien en unos días entregaré la banda presidencial. Será la primera presidenta de la historia de México y eso es un logro de ella y de nosotros. Retomará nuestra labor transformadora y tengo la certeza de que hará con gran capacidad, con absoluta dedicación y con honestidad. Cuánta satisfacción siento con ese relevo. Les pido que la acompañen en la difícil tarea de gobernar, con la misma lealtad, con el mismo cariño y con el mismo entusiasmo que tuvieron para conmigo.
Amigas y amigos de Morena, me retiro de la política, de la vida pública y de la militancia partidaria con un enorme agradecimiento al pueblo y en particular a ustedes, mis compañeras y compañeros, que con tanta convicción me sostuvieron y me ayudaron como dirigente y gobernante.
Mi tarea está por concluir en unos días, pero este gran partido tiene mucho camino por delante. Antepongan siempre el interés de México y las necesidades de la gente a los afanes y las rencillas personales. Fortalezcan la hermandad, el compañerismo y la institucionalidad en el partido. Mantengan siempre la unidad, la humildad y la honestidad. No permitan que los antiguos vicios y perversiones de la política florezcan en nuestras filas. Eviten la prepotencia, la búsqueda del poder por el poder, la soberbia, la corrupción, el nepotismo y el sectarismo. No roben, no mientan, no traicionen nunca al pueblo y sigan construyendo nuestra nación soberana, democrática, libre, justa y amorosa que imaginamos cuando empezamos nuestro caminar.
Muchas gracias y hasta siempre”.