Ahora que las temperaturas van al alza en el territorio nacional y que, de acuerdo con los expertos, podemos perder hasta tres litros de agua en un día caluroso, te presentamos estas bebidas mexicanas tradicionales que te ayudarán a hidratarte en época de calor. Todas tienen su historia, algunas se remontan a tiempos prehispánicos. ¡Conócelas!
El tascalate, bebida del amor
La primera de las bebidas mexicanas tradicionales que te presentamos para que te refresques ante los embates del calor es el tascalate, que los indígenas de la zona de Chiapas consumían. Tiene entre sus ingredientes al maíz, se complementa con achiote, chocolate, canela y piloncillo. En el siglo XVI, Diego de Landa señaló que los indígenas eran muy asiduos a esta bebida.
El “Diccionario de americanismos” refiere que el vocablo tascalate proviene del nahua, tlaxcalli, que significa tortilla, y de atolli, atol. Esta bebida se prepara con maíz tostado molido, cacao, achiote, piñones y canela. Los consumidores expertos dicen que el secreto para un mejor sabor del tascalate es que cuando se tueste la tortilla, ésta no se queme para que tenga un sabor fresco y más limpio cuando se mezcle con agua o con leche.
En temporada de calor, su venta se multiplica, especialmente en los mercados, y se incrementan sus consumidores, pues la consideran también la bebida del amor.
La tuba, bebida que trajo el Galeón de Manila
A diferencia de las otras, la tuba no nació propiamente en México, aunque sus orígenes se remontan a la navegación y al intercambio comercial con oriente; especialmente se cree que el Galeón de Manila, también conocido como la Nao de China, que surcaba el Océano Atlántico, llegó a Manzanillo y trajo una palma de coco, el resto lo hicieron los filipinos que empezaron a preparar esta bebida. Ahora también se consume en otras partes de Colima, Michoacán, Guerrero y parte de Jalisco, donde domina el gusto de los lugareños y los visitantes.
La tuba es una bebida que se prepara con la flor de las palmas del coco, se agrega betabel y después viene las variantes; algunos añaden jamaica, pepino o manzana y suman nueces o cacahuates, según detalla una página de Culturas Populares.
De acuerdo con una publicación de la Universidad de Colima, la tuba es reconocida por la FAO como una bebida estratégica para la salud mundial debido a que cumple con diversos fines, entre ellos: mejora la nutrición, favorece el metabolismo y las funciones digestivas, y hasta fomenta el autoempleo e incrementa los ingresos de los productores.
El tejate, bebida de los dioses
El tejate es una bebida fría y espumosa que hace las delicias de todos los oaxaqueños y de los visitantes a estas tierras del sur de la República Mexicana, por ello lo incluimos entre las bebidas mexicanas tradicionales para el calor. Es muy común que en esta temporada, principalmente en los mercados, observes a las tejateras vendiendo su producto, el cual guardan en ollas o cazuelas y lo ofrecen en jícaras multicolores.
Su origen se remonta a tiempos prehispánicos, cuando la consideraban una bebida de los dioses; se consumía únicamente al inicio de la siembra o de la cosecha de maíz. La base de su preparación es una mezcla de maíz y cacao.
Al tejate se le identifica como originario de los Valles Centrales de Oaxaca. La población de San Andrés Huayapam celebra anualmente la Feria Internacional del Tejate. La bebida se elabora con harina de maíz, cacao, flor de cacao y hueso de mamey; se caracteriza por su espuma blanca y algunos creen que te brinda una gran energía.
El pozol, bebida comestible
Otra de las bebidas tradicionales, energéticas y frescas, que se recomienda para esta temporada es el pozol, que se cuenta entre las bebidas mexicanas tradicionales, pues tiene una gran presencia en el sureste, principalmente en el estado de Tabasco. Su origen también es prehispánico y, de acuerdo con una publicación de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, era consumido por los maya-chontales que habitaban Tabasco. Ellos lo pronunciaban como “pochotl” y tras la presencia de los españoles el nombre cambió a pozol.
“Es una bebida hecha de masa de maíz nixtamalizada con agua y a la que puede añadirse azúcar, cacao o leche”.
Academia Mexicana de la Lengua
Para todos aquellos “pozolfans” también se celebra un Festival del Pozol en Villahermosa, Tabasco, donde, por supuesto, se sirve en jícara.
Existen algunas variantes para esta bebida preparada básicamente con maíz y cacao: el pozol blanco, que está elaborado exclusivamente con maíz; el pozol con cacao; o el pozol agrio, que se elabora con maíz fermentado. Aunque todo dependerá de la zona del país en la cual quieras consumirlo.
El tejuino, bebida que palpita el corazón
El “Diccionario de americanismos” señala que el vocablo tejuino proviene del nahua tecuini, palpitar el corazón. Esta bebida fermentada hecha de maíz, agua y piloncillo, también se nombra como tecuino o tesgüino. Su origen se remite a la época prehispánica, donde se usaba no sólo para el disfrute sino por sus poderes curativos, especialmente para problemas del estómago. Actualmente, algunos le atribuyen propiedades contra la famosa resaca y hasta se le reconoce porque contiene probióticos.
En su preparación existen algunas variantes, las más conocidas son dos: la primera, con masa de maíz fermentada a la que se le agrega agua y piloncillo, y se le adereza con sal y limón; la segunda, hecha de atole fermentado al que también se le agrega sal y limón.
El tejuino es muy popular en la zona de Jalisco, especialmente en Guadalajara, pero también en algunos estados del occidente de nuestra República Mexicana, como Nayarit, Colima y Michoacán, pero también se le conoce en Veracruz y Baja California Sur, según datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader). Así que si en esta temporada de calor empiezas a deshidratarte, nada como un buen tejuino para aliviar tu sed.
Ahora que ya conoces estas 5 bebidas mexicanas tradicionales ideales para la época de calor, ¿cuál se te antoja más?