Una de las preguntas que los amantes de los animales, y algunos estudiosos de sus comportamientos, se hacen continuamente es la de si, en realidad, los perros y gatos se odian.
Ilustraciones, caricaturas, videos virales e historias de dueños de estas especies han reforzado la idea de que los perros y gatos son enemigos y no se pueden ver ni en pintura porque los arañazos y mordidas salen a relucir… Pero, ¿es esto cierto?
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¿Perros contra gatos?
Tanto los perros como los gatos tienen sus propias formas de comunicación, organización social y reglas de convivencia, por lo tanto, se debe tener en claro que los problemas que los aquejan y sus “enemigos” distan mucho de los de los seres humanos.
Tanto caninos como felinos son depredadores y en el espacio en el que conviven pueden verse como presas unos a los otros. Si tomamos en cuenta que a ambos les da por atrapar cualquier criatura u objeto que se mueva rápido, la cosa se complica.
La relación entre perros y gatos no suele ser la mejor, pues ambos tienen un fuerte instinto territorial. Sin embargo, lejos de arañazos, maullidos, ladridos y mordidas, la sana convivencia se puede dar.
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Recomendaciones para lograr “hermanar” a perros y gatos
La recomendación número uno para lograr una buena convivencia entre ambas especies es presentarlos desde cachorros, pero, como no siempre es posible, también se puede probar lo siguiente:
- Las semanas cruciales para presentar a los amigos de cuatro patas deben ser entre las primeras 12, en el caso de los canes, y las 9, en el de los mininos.
- Si los de trufa en forma de corazón y los de rabo juguetón ya están “grandecitos” lo mejor es presentarles, antes de juntarlos, sus olores.
- Prueba presentarlos, por olores, dándoles el mismo juguete o sirviéndoles de comer en el mismo plato.
- Si vives en departamento puedes mantener a uno en un cuarto y al otro cerca, para que se olfateen y no se estresen cuando se conozcan físicamente.
- Una vez que los animales reconocen su olor, el siguiente paso es que se vean. Seguramente el gato lo hará desde las alturas (subido en algún mueble).
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Nota: Cuando perro y gato se encuentren, trata de mantener con correa al amigo canino para que no sea intrusivo en el territorio del “michi”, quien, para reducir el estrés del primer “vistazo”, deberá tener espacio abierto para emprender la huida o, por lo menos, un buen rascador o torre por donde escalar.
¿Entonces, pueden convivir perros con gatos?
Sí, los perros y gatos pueden convivir sin ningún problema, pero, siempre y cuando, se respete su periodo de adaptación, siguiendo los pasos descritos anteriormente.
Las especies son compatibles y sociables por naturaleza, aunque no hay que forzar su amistad ni presentarlos inmediatamente.
EL TIP: Hay que darle su espacio a cada animal y nunca forzarlos a, por ejemplo, estar en la misma habitación o compartir el lugar de comida.
Si el perro gruñe o ladra al minino, lo mejor es alejarlo tranquilamente, sin regañarlo, para que no se cree, de inicio, una situación de estrés.
Si uno de los dos amigos lleva años viviendo solo en la casa, el periodo de adaptación con otra mascota será más difícil. Cuando tengas algún animal veterano, piensa dos veces en adoptar o adquirir otro más joven y, por ende, energético y latoso, que rompa con la tranquilidad del mayor.