¿Es malo que mi perro coma comida para gato, o viceversa?

Qué pasa si mi perro come comida para gato
Te decimos cómo lograr que no lo hagan. Foto: Getty Images

¿Te has preguntado qué pasa si tu perro come comida para gato, o si el michi es el que ingiere las croquetas del can? Esto suele suceder en los hogares donde se tienen mascotas de ambas especies, sobre todo cuando apenas están comenzando a establecer límites.

  • Existen varios mitos alrededor de este tipo de situaciones, por lo que en Unotv.com te vamos a decir si es malo o no.

¿Qué pasa si mi perro come comida para gato?

De acuerdo con Purina Institute, los felinos y los firulaises tienen diferentes requisitos nutricionales y, aunque se pueden utilizar ingredientes similares, los alimentos de cada especie están formulados con las mismas recetas.

Los alimentos serán deficientes en varios nutrientes clave requeridos para un tipo de mascota en específico.

Consumir una pequeña cantidad de alimentos previstos para las otras especies no debería ser un problema, sin embargo, no se recomienda que ocurra con regularidad para evitar que padezca de déficits en proteínas, aminoácidos, ácidos grasos y vitaminas.

Dado que el alimento para michis tiene más calorías, es más rico en grasas y proteínas, si tu perro come comida para gato constantemente, es probable que aumente de peso, experimente malestar gastrointestinal o desarrolle pancreatitis, si es sensible a los niveles de grasa.

¿Qué hacer si mi perro come comida para gato?

Hay algunas reglas que puedes establecer para lograr tu objetivo, y entre ellas se encuentran:

1. Separa los comederos

Foto: Getty Images

Pon sus platos en diferentes habitaciones o en zonas alejadas entre sí, y si es posible, eleva el plato del gato a una altura que solo él pueda alcanzar; también puedes utilizar dispositivos automáticos que se activan con el microchip de cada animal, permitiéndoles acceder solo a su propia croqueta.

2. Establece horarios de alimentación

Dale de comer a tus mascotas en momentos separados del día, preferiblemente cuando uno no esté presente para ver al otro, y asegúrate de que cada uno reciba la cantidad adecuada de para su tamaño, edad y nivel de actividad.

3. Almacena las croquetas en recipientes herméticos

Guarda la croqueta en recipientes herméticos o bolsas selladas para evitar que el olor los atraiga y colócala en un lugar alto o en un armario cerrado donde las mascotas no puedan acceder.

Foto: Getty Images

4. Emplea el refuerzo positivo

Premia cuando coman de su propio comedero y se comporte adecuadamente a la hora de la comida y no prestes atención a tu mascota cuando intente tomar de otro plato que no es el suyo.

5. Mantenlos activos

Asegúrate de que ambos animales reciban suficiente ejercicio y estimulación mental para reducir el aburrimiento y la ansiedad que podrían llevarlos a buscar comida fuera de su plato.

Ofréceles juguetes interactivos, puzzles de comida y otras actividades que los mantengan entretenidos.

  • Si, a pesar de seguir estos pasos no tienes éxito, es momento de ir al veterinario para que él determine qué es lo que se tiene que hacer.

Qué opinas