Bajan de los árboles para comer lo que les ofrecen, son ardillas que habitan en espacios públicos de la Ciudad de México.
Manuel las alimenta en el Parque de la China en alcaldía Azcapotzalco.
“Semilla de girasol, casi todos los días venimos mi mujer y yo al parque a refrescarnos un ratito, y les damos semillas. Y hay personas que inclusive tienen por ahí unos bebederos y recipientes para ponerles comida”. Manuel Vergara, habitante de Azcapotzalco
[¿YA CONOCES EL CANAL DE WHATSAPP DE UNO TV? Da clic aquí, síguenos y obtén información útil para tu día a día]
Sin embargo los expertos recomiendan no alterar la dieta de estos roedores.
“¿Qué es lo que le podemos ofrecer nosotros?, comidas procesadas y en realidad en todo el ecosistema donde generalmente se ubican son parques, van a encontrar el sustrato necesario para sobrevivir, incluso para mantenerse en condiciones de que su población no se incremente”. José Antonio Romero | Investigador, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, UNAM
Mucho menos coloque alimentos cerca de azoteas o marquesinas, para evitar que estos animales actúen como plaga.
“En este caso estamos hablando de un roedor y dependiendo de dónde se encuentra ubicado, estamos hablando que una ardilla de árbol, puede andar en cables y puede empezar a generar impacto en infraestructura como cables o en algunos otros materiales propios de una construcción”. José Antonio Romero | Investigador, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, UNAM
Es tan común verlas en el paisaje urbano, que hay quienes incluso buscan apoyarlas de otra manera.
“Pero pues a veces hay que ayudarles, ponerles un pedacito de trapo porque se lo llevan. o pienso que es para hacer sus nidos, y ahorita que se vienen los fríos”. Esthela García, habitante de Azcapotzalco
Finalmente los especialistas destacan que la cercanía con perros, puede llevar a la transmisión de insectos como pulgas, pero no rabia.
“El roedor si se infectara de rabia, se va a la madriguera, se muere le da una fotofobia; se paraliza y simplemente se muere, no alcanza a transmitir bajo ninguna circunstancia el virus rábico”. José Antonio Romero | Investigador, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, UNAM