Ha muerto “Hachiko de Crimea”, el perro que esperó a su amo muerto por más de 10 años. A continuación, te contamos su historia y todos los detalles.
Parece que la historia de Hachiko, perrito japonés de raza Akita, famoso por haber esperado a su humano en la estación de ferrocarril y autobuses Shibuya, en Tokio, incluso después de la muerte del señor, se sigue replicando en la vida real.
Todo indica que los lomitos tienen un poco de Hachiko, al demostrar en más de una ocasión que son fieles y que pueden esperar a sus humanos hasta que su vida termine.
Este perro se llamaba Mukhtar, pero era más conocido como Hachiko de Crimea y se dedicaba a deambular por las costas del Mar Negro con la esperanza de reencontrarse con su dueño, un socorrista que falleció hace 12 años, en 2011.
La historia de este perrito hizo que se ganara el cariño de los habitantes y turistas de la ciudad de Yalta, en Crimea, donde era cuidado y acompañado mientras se quedaba viendo el mar por largas horas.
Aunque el perro no estaba del todo solo, ya que un trompetista callejero de nombre Víktor Malinowski comenzó a cuidarlo y a incluirlo en sus presentaciones, mismas en las que aullaba y “cantaba” con sentimiento.
A pesar de tener la compañía del músico, el perro no dejaba de buscar y esperar a su dueño al ver la inmensidad del mar. Con los visitantes era afectuoso y tenía fama de ser bueno, inteligente y muy educado.
El perrito falleció hace unos días y no se ha confirmado el motivo, pero los habitantes de la zona de Yalta solicitaron a las autoridades que se le rindiera homenaje, poniendo un monumento para que no sea olvidado.
De acuerdo con RT, los habitantes del lugar se dirigieron con la alcaldesa de Yalta, Yanina Pavlenko, para que apoye la idea del monumento, el cual se estaría realizando a finales del año.
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“Es una gran pérdida para nosotros, porque Mukhtar conocía y quería a casi todos los que venían a nuestra ciudad. Un perro muy leal. Por supuesto, es una pena”.
Dijo Pavlenko.
La mandataria mencionó que el monumento será colocado en el embarque del puerto por donde el perro solía pasear y esperar el regreso de su dueño.
