El ejercicio se puede hacer a cualquier hora y con cualquier cosa; una muestra de ello es el perro que sirve como chaleco de peso para que su dueña entrene y obvio, al ser publicado en Internet, se volvió viral rápidamente.
¿Quién es el perro que sirve como chaleco de peso para su dueña?
El equipo de UnoTV.com encontró que esta tierna historia de amigos se registra en Australia; ahí vive Bentley, el perro que sirve como chaleco de peso para su dueña. De acuerdo con algunas versiones este lomito apenas tiene un añito de vida, pesa unos 12 kilos y ya sabe lo que es ponerse en “modo fit”.
La mujer se llama Kayla Skinner, quien es una apasionada del fitness y para complementar aún más su rutina, usa el peso de su peludito para que le ayude a tener mayor resistencia y dificultad en sus ejercicios cuando va al gimnasio.
Al parecer, Braydan Fender quien es el propietario de Athletica Training, el gimnasio al que va Kayla para entrenar, un día decidió captar en video la rutina de esta mujer y su lomito (quizá por resultar algo curioso o porque la misma joven así lo solicitó).
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Entre que son peras o manzanas, realmente vemos como el perro que sirve como chaleco de peso para su dueña se divierte y se adaptó perfectamente a la necesidad de su humana, pues lo vemos con una carita de bastante normalidad, con sus patitas colgado mientras Kayla está sudando la gota gorda, pues levantar su peso y el de su mascota sin duda no debe ser nada fácil.
En las imágenes publicadas se puede apreciar cómo esta chica ejercita principalmente sus brazos y piernas, lo que al final deberá producirle partes de campeonato.
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¿Es recomendable hacer este tipo de ejercicios con las mascotas?
Aunque este video del perro que sirve como chaleco de peso para su dueña es bastante curioso, tampoco debe ser tomado a la ligera, pues si te llama la atención y decides hacerlo con tu propia mascota primero debes consultar a un experto o ir a un lugar de entrenamiento donde te pueden orientar sobre tu capacidad física, tu resistencia y las cosas que tu cuerpo puede tolerar, ya que de lo contrario podrías estar en riesgo de un accidente y de paso también “llevarte de corbata” a tu mascotita.
