En Unotv.com te ayudaremos a resolver el misterio del por qué los gatos siempre caen de pie, conoce los detalles detrás de esto.
Seguro sabes que los gatos siempre caen de pie, pero detrás de este acto hay todo un tema científico que data desde el año 1700 cuando el científico francés Antoine Parent publicó una investigación al respecto.
De acuerdo con la BBC, Parent buscaba no sólo entender cómo es que funcionaba la caída de los felinos, si no que quería investigar cómo los objetos pesados se mueven y rotan mientras se hunden en equilibrio.
La sugerencia de Parent constaba de la teoría de que al igual que un objeto pesado se volcaba del lado de más peso hacia abajo en el agua debido al choque de la gravedad y la fuerza de flotación hacia arriba, un gato que cae ajustaba su columna vertebral para poder voltearse, moviendo su centro de gravedad sobre el centro de flotabilidad.
Pero la idea era errónea ya que la flotabilidad del aire es demasiado débil para afectar al gato durante una caída, pero estas explicaciones permanecían como las oficiales durante mediados del siglo XIX.
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¿Por qué los gatos caen de pie?
Una de las últimas teorías señala que los gatos tienen un reflejo de enderezamiento, que les da la capacidad de darse la vuelta en el aire sin necesidad de apoyarse en nada para poder girar.
Los michis lo desarrollan a partir de la tercera y cuarta semana de vida y lo van perfeccionando hasta la séptima, esto les permite girar con el cuerpo y tener las patas mirando hacia abajo, incluso al caer de espaldas.
Esto se debe a una estructura que tienen en su oído interno, se da por la estimulación del llamado vestíbulo, el cual les permite detectar la posición de su cabeza cuando está en el aire, para después comunicarlo al cerebro.
Cuando se activa el reflejo la cabeza rota para recuperar la orientación normal, mientras esto pasa, el gato recoge las patas de adelante y estira las traseras y la cola, comenzando la rotación del cuerpo.
La parte delantera gira hasta 180° mientras que la trasera gira en dirección opuesta, esto a medida que sigue cayendo, el gato hace un movimiento inverso estirando las patas de adelante y recogiendo las de atrás.
Este sistema les permite enfrentarse a un choque contra el suelo, y el cuerpo trata de minimizar el daño, esto funciona como un amortiguador.
A pesar de esto, los gatos no son inmunes a las caídas, por lo que pueden sufrir algunas lesiones si se les deja caer desde alturas grandes.
Es importante saber que además de este reflejo, el gato deberá de tener una gran agilidad, que se da gracias a lo flexible que es su columna vertebral; además la cola ayuda a estabilizar en la caída, aunque hay gatos sin cola como los Manx o Cymric que lo pueden hacer sin problemas.