Gatos callejeros son expulsados del Viejo San Juan, Puerto Rico; se presume que sería por quejas de inversionistas

Gatos del Viejo San Juan, Puerto Rico, en riesgo de ser expulsados
Ve cómo fue que más de 200 felinos llegaron a la fortaleza. Foto: Shutterstock

Los gatos del Viejo San Juan, Puerto Rico, están en riesgo de ser expulsados de la zona que ha sido su hogar desde hace más de 70 años; esto debido a las supuestas quejas de inversionistas y algunos visitantes.

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Gatos del Viejo San Juan, Puerto Rico, en riesgo de ser expulsados

Foto: Shutterstock

Cerca de 200 gatos del Viejo San Juan, Puerto Rico, son una de las especies más comunes de encontrar en los alrededores de la fortaleza, pues a mediados del siglo XX, un alcalde en funciones colocó a dicha especie en el distrito para combatir una importante plaga de ratas que acechaba a los habitantes.

Dichos felinos cumplieron su cometido y se adaptaron a las condiciones de calor y humedad que proliferan en la isla, ganándose el amor y la atención de los pobladores, quienes se encargan de darles de comer, mientras los visitantes los acarician.

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Son estos puertorriqueños los que se hacen cargo de los peludos ferales, los cuales caminan con libertad en medio de los lentes de miles de visitantes que llegan a la zona durante todo el año; sin embargo, ha habido una serie de problemas que amenazan el futuro de los michis.

La gentrificación, la sobrepoblación y la falta de medidas sanitarias han hecho que el Gobierno local amenace con exterminar a los gatos del Viejo San Juan, Puerto Rico. El argumento es que resultan un foco de infección que ha molestado a inversionistas y a algunos turistas.

Civiles y organizaciones protectoras de animales emprendieron una serie de batallas legales y protestas sociales para evitar que el Gobierno contrate empresas que retiren y maten a los felinos, pues creen que es una medida drástica llena de crueldad.

Debido a que otras partes de la isla han sufrido apagones, desalojos de sus viviendas y encarecimiento de rentas e insumos, los habitantes de las zonas aledañas a la fortaleza han hecho suya la lucha; creen que después de los michis, los expulsados serán ellos.

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