Si un perro y un león marino se han vuelto los mejores amigos, ¿por qué no 2 ejemplares de la misma especie? Bueno, hoy te presentamos a el caso de un gatito adoptado que a conoce un gato hogareño, y el final sorprende y cautiva a los usuarios en redes sociales, ya que de entrada sabemos que los michis en ocasiones son muy territoriales, pero el desenlace nos hace ver que el respeto en cualquier nivel siempre traerá consigo cosas positivas.
Gatito adoptado conoce a gato hogareño
A través de un video publicado por la cuenta de X, antes Twitter, @dodo, ha trascendido la relación generada cuando un gatito adoptado conoce a un gato hogareño, luego de ser rescatado por una noble mujer.
También te podría interesar: [Gatito es criado por cabras y ahora actúa como ellas]
Las imágenes virales comienzan con la grabación de una persona que enfoca a un michi bebé, quien no era mascota de dicha casa, y estaba cerca de los árboles del patio de la vivienda, pero al verlo resultó casi imposible ahuyentarlo. Este ejemplar es de pelaje gris oscuro, pero denotaba un claro nervio y desamparo, lo que lo hizo tan tierno a la vista humana.
De esta manera, un matrimonio decidió darle refugio, pues de entrada no les iba a costar trabajo la convivencia con un pequeño felino, pues ya en su hogar tenían a otro. Así, el pequeño michi es cargado y llevado al interior de la vivienda, es alimentado y recibe abrazos y mucho amor.
Te podría interesar: [Rico, el gato enfermero que ayuda a salvar la vida de otros michis]
Adentro de la casa, ya se contaba con una casita del felino de la familia, por lo que se aprovechó para poner al nuevo espacio para el recién llegado integrante en un compartimento del mismo, ante lo cual la primera mascota se le queda viendo al pequeño recién llegado.
Pareciera que al inicio la relación no caminaba bien, pero conforme pasó el tiempo la historia de la nueva mascotita del hogar va dando un giro positivo. Pues luego del reconocimiento inicial, poco a poco comienzan a interactuar, y aunque al principio pareciera que juegan y se molestan, al final ambos michis se aceptan y terminan generando ese vínculo de confianza, pues cuando van a dormir el “bebé” lame a su nuevo compañero y este acepta el cariño que le dan.