¿Sabías que podrías poner en riesgo la salud de tu gato si no eres un humano responsable con la limpieza? El arenero podría convertirse en un foco de enfermedades para tu michi a para ti.
- ¿Quieres saber la razón? En Unotv.com te lo vamos a explicar.
Enfermedades que contrae un gato por tener un arenero sucio
- Infecciones del tracto urinario: La acumulación de orina y excremento puede aumentar el riesgo de infecciones del tracto urinario de los felinos
- Cistitis: es una inflamación de la vejiga que puede ser causada o agravada por un entorno sucio. Los michis pueden experimentar dolor al orinar y aumentar la frecuencia de micción
- Toxoplasmosis: es una enfermedad parasitaria que puede transmitirse a los humanos a través de las heces de gato contaminadas. Si una persona se infecta durante el embarazo, podría afectar al feto
- Gusanos y parásitos: un arenero sucio puede ser un caldo de cultivo para gusanos y parásitos intestinales, que pueden infectar tanto a tu gato como a ti, que estás en contacto con la arena contaminada
- Infecciones bacterianas: la acumulación de bacterias en la arena sucia puede aumentar el riesgo de infecciones bacterianas y enfermedades en las patas y las áreas genitales de los felinos
Otras consecuencias de no limpiarlo
Estas mascotas son conocidas por su limpieza, pero si el lugar donde defecan y orinan está sucio, podrían decidir no usarlo y buscar lugares alternativos para hacer sus necesidades, lo que podría llevar a problemas de higiene y suciedad en el hogar.
Otra consecuencia es que puede producir olores desagradables en el hogar, lo que no solo es molesto, sino que también puede afectar el bienestar de las personas y los animales que viven en el ambiente.
¿Cómo limpio el arenero de mi gato para evitar enfermedades?
El primer paso es conseguir guantes desechables, bolsas de basura, una pala para arena, desinfectante y arena nueva.
Deberás limpiarlo al menos una vez al día, retirando los desechos sólidos y agitando la arena para que queden en la superficie los grumos de orina.
- Es recomendable cambiar completamente la arena y limpiar el recipiente a fondo al menos una vez por semana.
Utiliza la pala para recoger los sólidos y desecharlos en una bolsa de basura. Esto también incluye retirar los grumos de orina formados en la arena.
Una vez a la semana, retira la arena y lava el recipiente con agua tibia y jabón. Asegúrate de secarlo completamente antes de agregar una capa de 7 a 10 centímetros de arena nueva.
- Recuerda usar guantes cada vez que lo manipules y lávate muy bien las manos después de hacerlo.