Si eres propietario de un gato, sabrás que son animales maravillosos que nos hacen grata compañía por sus travesuras y el amor que nos hacen sentir a su manera, pero ¿qué pasaría si decidieras que quieres adoptar a otro minino en casa? Te surgirían dudas respecto a si ambos felinos podrán llevarse bien.
Aunque las peleas entre gatos son esporádicas y naturales, hay factores que debemos tomar en cuenta para que exista una buena armonía y convivencia entre ellos. Es necesario que podamos conocer el significado de las peleas y que sepamos cómo actuar para que no disputen, a cada momento, el control de las cosas dentro del hogar.
De acuerdo con expertos, se sabía que los gatos no eran una especie que vivieran en comunidad, ya que, en su vida salvaje, sólo acostumbraban a cazar y aparearse en épocas de celo, pero recientes investigaciones revelan que sí, pues han comprobado que los gatos como mascotas domésticas pueden crear vínculos jerárquicos entre ellos.
Cuando los gatos son pequeños, los expertos también recomiendan que los felinos socialicen entre la segunda y la séptima semana, para que cuando alcancen la edad adulta, no tengan tendencias agresivas o miedosas, al ver amenazadas su seguridad o el control de su territorio.
Nos toca respetar esos vínculos jerárquicos que construyen los gatos entre sí, pues rivalizan por la comida, el agua, el lugar de descanso, la caja de arena o la atención del dueño y habrán de adaptarse, pero si las peleas son una constante, habrás de consultar a un etólogo para darle solución y no relegar con atención a tu primer gato.
¿Cómo hacer que dos gatos se lleven bien?
1. Presentarlos de forma correcta
Los etólogos recomiendan que la presentación del nuevo gato que introducimos en casa debe ser gradual. Usar un transportador y colocar al nuevo felino adentro y rociarlo con feromonas que se comercializan en tiendas de mascotas. Son una imitación química de las feromonas naturales usadas para calmarlos.
Deja que el gato de la casa olfatee al nuevo invitado a adentro de la reja y observa su reacción. No habrá riesgo de que haya una pelea. Se recomienda separar a los gatos las primeras horas o primeros días en partes de la casa separadas, de manera que si vemos que hay respuesta positiva puedas dar acceso de forma paulatina al territorio del otro.
2. Usa una caja de arena para cada uno, más otra extra
Otro consejo es que no tengan que competir por recursos importantes como una caja de arena. Los etólogos felinos recomiendan tener una caja de arena para cada gato y otra más para que los gatos puedan escoger. Si un gato dominante impide a otro la caja de arena, coloca otra caja en una estancia aparte. Con los trastes de comida y agua aplica la misma medida.
3. Sé paciente a la adaptación
La inclusión de un nuevo gato en la casa requiere de un proceso de adaptación paulatino y habrás de ser paciente. No fuerces la relación entre gatos y espera a que, de manera progresiva y natural, sean los gatos los que instituyan sus propios vínculos y jerarquía social.
4. Territorios delimitados para cada uno
Los felinos son animales territoriales y para lograr que dos michis se lleven bien respeta que establezcan su territorio cada uno. Si uno de ellos le gusta un sofá o una cama, no subas al otro si el primero no le deja. Recuerda, este tipo de relaciones territoriales son parte de su estructura social jerárquica entre gatos.
5. Respetar relaciones de dominancia y sumisión
No intercedas en relaciones de dominancia y sumisión entre gatos a menos que se den peleas repetidas o uno de ellos sufra heridas o esté sometido a demasiado estrés (dejar de comer, orinar fuera de su caja de arena). Que un gato adopte un papel más sumiso que el otro es natural y favorece la armonía entre ellos.
6. Mejor gatos de distinto sexo
La elección del gato que introducimos nuevo en la familia es importante. Es menos difícil tener gatos de diferentes sexos y es más fácil meter un cachorro con un adulto que un adulto con otro adulto. Aunque depende de cada uno y sus historias de vida.
7. Esterilización puede evitar problemas
Se recomienda la esterilización de gatos, ya que las hormonas gonadales (relacionadas con la conducta sexual) favorecen comportamientos más agresivos en machos, además de que la esterilización en gatos evitan camadas indeseadas de mininos.
Si dos gatos riñen de manera muy agresiva y no sabes cómo finalizar la pelea, arroja un cubetazo de agua o un manguerazo. Separa a los mininos y no los juntes de inmediato, sino de manera progresiva, lo más importante es que si sucede esto, pidas asesoría un etólogo.