El aseo es cosa seria y más cuando se trata de nuestros mejores amigos, aquellos que conviven en nuestra sala, comedor y hasta habitación: los perros.
Si bien es necesario y harto recomendable bañar a los de cuatro patas, trufa húmeda y rabo juguetón, tampoco hay que exagerar.
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Un perro no es un humano y por ende su baño, con un buen shampoo o jabón especial, no debe ser diario, pues podrías generarles más daños que beneficios.
¿Entonces, cada cuándo se debe bañar a un perro?
La pregunta del millón es respondida por veterinarios, especialistas y amigos humanos con años de convivir con caninos e, incluso, instituciones como la mismísima UNAM se han metido de lleno al complejo tema.
En su Guía de Animales de Compañía para Dueños Responsables, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), mediante la Facultad de Veterinaria y Zootecnia, dedica un apartado al aseo de mascotas.
- Ojo: Recuerda que el clásico baño no es muy del agrado de los firulais, milanesos, solobinos y demás lomitos, además de que éste no debe ser muy seguido porque los perros tienen una capa de grasa protectora que no se renueva tan rápido.
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Antes del buen baño, el cual es una actividad que determina la probabilidad de que tu lomito se enferme, la recomendación es comprar un buen cepillo, en caso de que no sea un Xoloitzcuintle, para eliminar exceso de pelo y nudos.
Recuerda que masajear el pelaje y piel del perro, además de relajarlo, ayuda a eliminar posibles parásitos.
La recomendación, cada mes pero…
La UNAM detalla en la guía referida que a los perros se les tiene que acostumbrar desde pequeños a bañarse por lo menos una vez al mes, sin embargo, es necesario tomar en cuenta diversos factores.
Si el perro convive con personas en casas o departamentos pocos ventilados y pierde pelo continuamente, además de que es el clásico que aparta su lugar en la cama o sillón, incluso antes que tú, el baño tiene que ser de manera más continúa.
Contrario a lo que se pensase, si el canino anda en el patio, vive en su clásica casita con cobijas incluidas, entonces el baño se puede aplazar, para fortuna de él, por más tiempo.
- Toma nota: En perros, así como en sus no tan amigos gatos, la estructura de su oído hace que este sea poco ventilado y oscuro, lo que genera la proliferación de bacterias y hongos.
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A la hora del baño es importante que el agua no se les meta a sus orejitas. Lo recomendable es ponerles algodón o tapones de oído y secárselas bien una vez terminado.
En perros de pelo corto, el baño también puede posponerse un poco más allá del mes, sin embargo, en los de pelo largo éste debe ser seguido y más a profundidad, pues el pelaje puede ensuciarse más rápido, guardar bacterias o simplemente ensuciarse con, por ejemplo, restos de comida y uno que otro aceite.
- El dato: No olvides revisar continuamente a tu mascota para cerciorarte que no tenga pulgas, garrapatas, ácaros u otros bichos o alteraciones en la piel. De ser así, acude inmediatamente al veterinario.
Una vez sabiendo lo anterior, la recomendación, enfatiza la UNAM, es bañar al perro mensual o quincenalmente. Si vive dentro del hogar, prepara el patito de plástico, la espuma y el agua tibia cada quince días. En caso contrario, aplaza hasta el mes.
Si tu mascota tiene pelo largo, báñalo más seguido, no aplaces tanto el aseo.
- La recomendación: Limpia los dientes de tu milaneso o firulais cada semana para evitar caries. Utiliza cepillo y pasta de dientes especialmente hechos para ellos, de uso veterinario.
Lleva a su manicure a tu mejor amigo o amiga canina cada dos meses o bien límale tú las uñas con cuidado y siempre en forma curva. La peluquería puede realizarse cada tres meses. No dejes que el pelo de su cara cubra sus ojos.
