Wuhan, capital de la provincia de Hubei, en China, es considerada la “zona cero” del coronavirus (COVID-19) porque ahí se detectó el primer caso de la enfermedad que habría sido transmitida en un mercado de animales exóticos en diciembre de 2019; los habitantes ya están en un proceso de retorno a la normalidad, mientras otras partes del mundo experimentan segundas olas.
Según el Foro Económico Mundial (WEF), con sede en Ginebra, Suiza, Wuhan puede volver a restablecer una normalidad casi total tras el COVID-19 gracias a que sus 11 millones de habitantes implementaron medidas sumamente intensas que permiten el regreso a las escuelas, las reuniones de varias personas: lo que se respira en esa ciudad es un “espíritu anti-epidemia”, asegura el WEF.
El WEF dice lo siguiente sobre las medidas para combatir al COVID-19 en Wuhan:
“Wuhan entró en un bloqueo tan severo que gran parte de él sigue siendo un misterio para el mundo exterior […] La mañana del 23 de enero se bloquearon medios de transporte dentro y fuera, y luego realizaron registros de casa en casa para arrestar a enfermos y ponerlos en cuarentena. El artista Ai Weiwei hizo un documental sobre el esfuerzo ‘brutalmente eficiente’”.
El WEF agregó que la Comisión Nacional de Salud de China anunció que el país superó el pico de la pandemia del COVID-19 el 12 de marzo, un punto en el que países como Turquía y Honduras informaban sus primeros casos. Después de 11 semanas de bloqueo, Wuhan comenzó a emerger en abril: residentes pudieron salir sin permiso especial, después de descargar una aplicación obligatoria para celulares que los rastreaba.
Cifras de COVID-19 en Wuhan
El COVID-19 surgió en esta ciudad y registró 50 mil 340 casos confirmados y tres mil 869 muertes, el mayor número de contagiados y víctimas mortales en China. Sin embargo, algunos dirigentes culpan al país de forma directa, como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que se refiere a la enfermedad como el “virus chino”. Además, las teorías conspiratorias no se han hecho esperar.
Tras meses de duras medidas para contener al COVID-19, la economía se recupera en China, con fábricas que vuelven a funcionar y consumidores de vuelta a las tiendas. La propia Wuhan, considerada la “zona cero” de la pandemia, alardea ahora de su vuelta a la normalidad, con masivas fiestas acuáticas en las piscinas o con sus atestados parques de atracciones que parecen haber dado vuelta a la página.