El cráter Voragine del Monte Etna, uno de los volcanes más activos del mundo, ha vuelto a la actividad, después de un periodo de inactividad de cuatro años. Este impresionante evento natural se ha caracterizado por vigorosas explosiones y la emisión de jirones incandescentes desde la cima del volcán.
Cascadas de lava del Etna
A unos 3 mil metros de altitud, el Etna ha ofrecido un espectáculo impresionante de actividad estromboliana, un tipo de erupción caracterizada por explosiones periódicas y la emisión de lava.
En esta ocasión, el cráter Voragine ha mostrado una majestuosa ‘cascada’ de lava, con el magma fluyendo hacia el interior del nuevo cráter, conocido como ‘Bocca Nuova’ (‘Boca Nueva’ en italiano).
Crecimiento rápido del nuevo cono
La actividad volcánica en las dos cajas del nuevo cono ha ido intensificándose progresivamente. Este incremento en la actividad ha permitido que el cono crezca a un ritmo muy acelerado, mostrando la poderosa dinámica interna del volcán. La composición del magma del Etna y su comportamiento explosivo son factores clave en este fenómeno.
Los volcanes más explosivos de Europa
El Etna, junto con el Stromboli, se considera uno de los volcanes más explosivos de Europa debido a la composición particular de su magma. Estas pequeñas variaciones en la composición química del magma pueden resultar en erupciones más explosivas y espectaculares.
Este comportamiento no sólo fascina a los vulcanólogos, sino también a los numerosos turistas que visitan la región para presenciar estos eventos naturales.
Historia documentada del Etna
El volcán Etna, con una altura de 3 mil 330 metros, es el volcán activo más alto de Europa y posee la historia documentada de erupciones más larga entre todos los volcanes. Los registros de sus erupciones se remontan al año 425 a.C., lo que proporciona una rica fuente de datos para el estudio de la actividad volcánica a lo largo de los siglos.
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Las recientes actividades del cráter Voragine han sido monitoreadas de cerca por el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia (INGV), que continúa evaluando los posibles riesgos y emitiendo alertas para garantizar la seguridad de los residentes y visitantes en la región. A pesar de los riesgos, la reactivación del Etna también tiene un impacto positivo en el turismo, atrayendo a numerosos visitantes interesados en observar de cerca este impresionante fenómeno natural.
La reactivación del cráter Voragine del Etna después de cuatro años de silencio es un recordatorio del poder incontrolable de la naturaleza y la continua actividad geológica en nuestra tierra. Este evento no sólo resalta la magnificencia del Etna, sino que también subraya la importancia de la vigilancia constante y el estudio científico para comprender mejor los procesos volcánicos y mitigar los riesgos asociados.