El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se sumergió en agua helada para conmemorar la Epifanía, tradición que se replica a lo largo de todo el país.
Fue este viernes 19 de enero cuando Putin se sumergió en una poza con agua fría, con motivo de la celebración del bautismo de Cristo, informó el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, en declaraciones que recogen agencias como Efe.
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“Tradicionalmente, lo hace con ocasión de la Epifanía”, declaró el funcionario en una conferencia de prensa, confirmando la información del medio Sputnik que compartió algunas fotos de esta costumbre captadas en 2018.
El medio citado recordó que el presidente ruso no suele seguir públicamente esta tradición, por lo que adjuntó dos fotos del 2018, cuando se dio un “baño de hielo” en el lago Seliguer.
El baño de Epifanía (bautismo) es una de las tradiciones más antiguas de Rusia y es una conmemoración cristiana por, precisamente, el bautismo de Jesús en el río Jordán.
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La única ocasión en la que Putin no se sumergió en agua helada fue en 2022 debido a la pandemia del Covid-19, pero, en 2021, el Kremlin publicó un video en el que se le ve zambullirse tres veces en una poza en forma de cruz, mientras se santigua.
El viernes, desde la madrugada, popes ortodoxos bendijeron pozas, estanques, ríos y hasta el mar para que los creyentes rusos pudieran seguir con la tradición en la cual le piden a Dios que expíe sus pecados y los de sus seres queridos.
Aunado a lo anterior, se tiene la costumbre de acudir a las iglesias para recoger en botellas el agua bendecida por los popes para rememorar el bautismo de Jesucristo por San Juan Bautista.
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