Mayank Amin dirige una pequeña farmacia que ha administrado más de 4 mil dosis de vacunas contra el COVID-19 en su comunidad de Pensilvania, Estados Unidos. Así que para hacer divertido el momento se viste de Superman.
Algunos farmacéuticos usan batas de laboratorio pero Mayank se disfraza de superhéroe para hacer más ameno el momento.
Amin es propietario de la farmacia Skippack en Schwenksville, Pensilvania, una pequeña comunidad en las afueras de Filadelfia.
A inicio de mes se dirigió a un gimnasio convertido en una clínica de vacunas, para ayudar a proteger vidas en su comunidad.
“Recibimos la vacuna de COVID-19 hace aproximadamente un mes. Realmente ha sido un esfuerzo comunitario”, dijo.
Gracias a los lazos profundos con sus comunidades y la confianza que han podido establecer a lo largo de los años, los pequeños farmacéuticos locales son fundamentales para llegar a las personas y convencerlos de que se puedan vacunar.
Mayank ha administrado alrededor de 4 mil dosis de vacunas desde febrero con la ayuda de un empleado, dos pasantes de farmacia y un equipo de voluntarios que ayudan a preparar a los pacientes.
“No es un equipo de un solo hombre en absoluto. Si bien podría ser la última persona parada aquí a la media noche, unos cinco minutos antes de eso, hay unos 15 voluntarios aquí conmigo. Y esa es la verdadera belleza de estas clínicas de vacunas que hemos estado organizando”.
Mayank Amin
Amin, conocido como el Dr. Mak por los pacientes, se encuentra con su esposa embarazada solo los fines de semana, para evitar exponerla potencialmente a una infección.
Su pareja está esperando su primer hijo en mayo, momento en el que espera que toda su comunidad por fin esté vacunada contra el coronavirus.