La Unión Europea (UE) decidió reducir drásticamente las reuniones presenciales de expertos y altos funcionarios, optando por más videoconferencias en momentos en que Bruselas se ve afectada por un aumento dramático de casos de COVID-19, dijo un portavoz este lunes.
No obstante, la presidencia del Consejo Europeo advirtió que sería “virtualmente imposible” aproximar posiciones entre los eurodiputados sobre el presupuesto a largo plazo del bloque sin que haya conversaciones cara a cara.
Bruselas, sede de las principales instituciones de la Unión Europea, tiene una de las tasas de infección por COVID-19 más altas del mundo, en coincidencia con una segunda ola de la pandemia que arrasa a Europa.
Una cumbre de la Unión Europea tuvo que ser interrumpida este mes después que tres líderes tuvieron que aislarse por haber estado en contacto con personas positivas al virus de COVID-19 y dos ministros de Relaciones Exteriores y un primer ministro también fueron contaminados.
Unión Europea trabaja a distancia
Gran parte del trabajo diario en la Comisión Europea y el Consejo se lleva ahora a cabo mediante teletrabajo, y el Parlamento Europeo optó por omitir una sesión plenaria en Estrasburgo.
Pero los líderes temen que algunos problemas, en particular la disputa sobre los términos del marco presupuestario de siete años de la Unión Europea por valor de aproximadamente un billón de euros, solo podrán resolverse después de una negociación en persona.
“Solo las reuniones esenciales necesarias para el funcionamiento de la Unión Europea o para coordinar la respuesta a la crisis del COVID-19 continuarán teniendo lugar en persona, y solo con la condición de que se puedan observar estrictamente todas las normas sanitarias y de distanciamiento social”, dijo un portavoz.
Estas medidas, añadió, “se aplicarán mientras la situación de la pandemia en Bruselas lo requiera”.
Los líderes de la Unión Europea han acordado en principio los términos de un paquete de recuperación pospandemia de 750 mil millones de euros, respaldado por un presupuesto de 1.075 billón de euros para cubrir el gasto de la UE en 2021-2027.
La Unión Europea todavía está dividida sobre una propuesta que vincula el acceso de los países a los fondos de la UE y el estado de Derecho en cada uno de ellos.