La pandemia de COVID-19 (coronavirus) sumó al menos a 100 millones de menores a la pobreza, un 10% más desde 2019, según un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) divulgado este jueves, donde afirma que se trata de la “mayor amenaza en sus 75 años de historia”.
En este periodo ha aumentado el número de menores con hambre, sin escolarizar, abusados, viviendo en la pobreza y empujados a matrimonios forzados, señaló la organización en el informe “Prevenir una década perdida: Acción urgente para invertir el devastador impacto del COVID-19 en menores y jóvenes”.
- Asimismo, disminuyó el número de menores con acceso a la salud, las vacunas y los servicios esenciales.
Según el informe de Unicef, 60 millones de menores más que antes de la pandemia viven en hogares con pocos recursos. A ello se suma que en 2020, más de 23 millones no recibieron vacunas esenciales, 4 millones más que en 2019 y el número más alto en 11 años.
Antes de la pandemia, mil millones de menores en todo el mundo sufrían necesidades acuciantes y no tenían acceso a la educación, la salud, la vivienda, las instalaciones sanitarias o el agua.
- Ese número crece y amplía cada vez más la brecha entre menores ricos y pobres.
Más de mil 600 millones de estudiantes se quedaron sin clases, el 13% de los adolescentes en el mundo sufre problemas de salud mental y más de 10 millones de matrimonios con menores pueden producirse antes de que acabe la década como resultado de la pandemia de COVID-19.
El reporte de Unicef apuntó que el número de niños obligados a trabajar se eleva a 160 millones en el mundo, 8.4 millones más en los cuatro últimos años y otros 9 millones están en peligro de engrosar esas filas para finales de 2022 debido a la pobreza que deja el coronavirus.