Ucrania reanuda el miércoles el desalojo de miles de personas luego de que la destrucción parcial de una represa bajo control ruso desató un torrente de agua que inundó una veintena de localidades y desató temores de un desastre humanitario.
Estados Unidos advirtió que podría haber numerosos muertos, mientras Moscú y Kiev se culparon el uno al otro por el ataque a la represa de Kajovka, en el sur de Ucrania, que suministra agua de enfriamiento a la planta nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa.
Según Ucrania, el ataque a la represa, tomada por Rusia en los albores de la guerra en febrero del año pasado, fue un intento de Moscú de frenar la esperada ofensiva de Kiev, cuyo gobierno aseguró que no se verá afectada.
Pobladores de Jersón, la mayor ciudad de la zona, se dirigieron a zonas altas ante la crecida del río Dniéper.
“Había disparos y ahora hay inundación“, se quejó Liudmila, vecina de la localidad, después de cargar una lavadora a una carreta atada a un viejo auto soviético.
Personas evacuadas en lugares inundados de Ucrania
Autoridades ucranianas dijeron que más de 17,000 personas estaban siendo evacuadas de 24 localidades inundadas.
“Más de 40,000 personas podrían estar en zonas inundadas“, indicó en Twitter el fiscal general ucraniano, Andriy Kostin. Agregó que más de 25,000 personas debían ser evacuadas del margen del río ocupado por Rusia.
“La evacuación continuará mañana (miércoles) y en los próximos días, por bus y tren“, declaró la noche del martes el asesor presidencial Oleksiy Kuleba.
La central hidroeléctrica de la represa también está “completamente destruida”, anunció el jefe de la operadora ucraniana de hidroelectricidad, Ukrhydroenergo.
Detonan bomba ambiental en Ucrania
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acusó a Rusia de detonar una “bomba ambiental de destrucción masiva”, y aseguró que hasta 80 poblados se verían inundados.
“Este crimen acarrea enormes amenazas y tendrá graves consecuencias en la vida de las personas y el ambiente”, sostuvo Zelenski, especificando que la explosión tuvo lugar el martes a las 02:50 horas del lunes.
Poco después, Rusia replicó pidiendo a su vez la “condena” de Ucrania por la destrucción de la represa.
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“Pedimos a la comunidad internacional que condene las acciones criminales de las autoridades ucranianas, que son cada vez más inhumanas y representan una grave amenaza para la seguridad regional y global”, dijo el ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia en un comunicado.
En octubre pasado, Zelenski ya había acusado a Rusia de colocar minas en la presa, y advirtió que su destrucción generaría una nueva ola de refugiados en Europa.
En el plano militar, Ucrania aseguró el lunes haber conquistado terreno cerca de Bajmut, en el este, al tiempo que relativizó la escala de las “acciones ofensivas” en otras partes del frente.
Por su parte, Rusia dice que está repeliendo ataques a gran escala, al tiempo que reconoció el martes la muerte en los últimos días de 71 de sus soldados.
Las autoridades ucranianas afirman haber estado preparando durante meses una gran contraofensiva para obligar a las tropas rusas a retirarse.
Posibles problemas en central nuclear
La destrucción parcial de la represa hace temer consecuencias para la central nuclear de Zaporiyia, ubicada a 150 km río arriba, porque garantiza su enfriamiento.
Sin embargo, “no hay peligro nuclear inmediato”, subrayó el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), y agregó que sus expertos en las instalaciones están monitoreando la situación.
Al igual que la represa, la central eléctrica está ubicada en un área ocupada por las fuerzas rusas desde la invasión que lanzaron en febrero de 2022.
El director de la central, Yuri Chernichuk, nombrado por los ocupantes rusos, afirmó que “en la actualidad no hay amenazas” sobre la seguridad de la instalación.
En la ciudad de Jersón, los habitantes temen las consecuencias.
“La inundación está justo ahí, frente a nuestros ojos. Nadie sabe lo que puede pasar de ahora en adelante. Un buen ruso es un ruso muerto, no puedo decir nada más”, dice Viktor, un residente.
Rusia tendrá que rendir cuentas por este “crimen de guerra” que constituye la destrucción de una infraestructura civil, dijo el jefe del Consejo Europeo, Charles Michel, al tiempo que el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, denunció un “acto escandaloso”.
A su vez, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, calificó el ataque como “otra consecuencia devastadora de la invasión rusa a Ucrania”.
“La tragedia de hoy es otro ejemplo del espantoso precio de una guerra para la gente”, agregó Guterres.
La represa de Kajovka, construida en la década de 1950, en plena la época soviética, tiene un valor estratégico debido a que suministra agua al Canal de Crimea del Norte, que nace en el sur de Ucrania y atraviesa toda la península de Crimea, bajo control ruso desde 2014.