A un año del inicio de la invasión de Rusia a Ucrania, Olena Kurilo, una maestra de Chuguev, recuerda ese fatídico primer día, cuando uno de los primeros misiles se estrelló en su departamento, causándole lesiones que la convirtieron en una de las caras de la guerra.
Primera víctima en Ucrania, al segundo misil ruso
“Una explosión me despertó a las 5:00 am”, recuerda la ahora refugiada de 53 años sobre el 24 de febrero de 2022, cuando comenzó el conflicto armado, y que la llevó, como a millones de ucranianos, a Polonia en busca de refugio y ayuda.
El primer misil ruso cayó en una pista de aterrizaje de la base militar ubicada a 500 metros de su casa en Chuguev, cerca de Járkov, en el noreste ucraniano. El segundo en llegar fue el “suyo”.
“Oí un ruido sordo y vi cómo la ventana se estrellaba contra la pared. Entonces todo voló hacia mí. Se sintió como un sueño o algo terrorífico. Y luego, cuando estaba cubierta por vidrios, todo quedó en un silencio absoluto durante 10 segundos, y entonces escuché gritos. Eran los gritos de las personas heridas”
Olena Kurilo
Asimismo, recuerda que “por una fracción de segundo cruzó mi mente la idea de que no estaba lista para morir, no ahora”, afirma, luego de que ese día, tras ser recibir atención en las heridas, relató que “la casa está completamente destruida, no hay ventanas, ni puertas, una puerta incluso salió volando, hasta el suelo fue completamente arrancado. Tengo mucha suerte, debo de tener un ángel de la guarda muy fuerte para haber sobrevivido”.
Kurilo, entre cirugías, “fama” y mentiras
Agrega que en un año ha tenido cuatro cirugías a causa de sus heridas, las que la convirtieron en el símbolo de la guerra en Ucrania, que, aunque con momentos muy amargos, afirma que le ha valido señales de apoyo, además de recaudar fondos y donaciones que ha destinado completamente a ayudar a Ucrania, por lo que ahora también piensa en crear una fundación para los huérfanos de la guerra.
“Resultó que mi foto fue la primera en convertirse en una especie de símbolo de la guerra en Ucrania. Es, por supuesto, una carga muy pesada. Comprendo que cuando las mujeres o las personas ganan concursos de belleza, cuando todo el mundo las conoce, es una forma bonita de fama. Pero este tipo de popularidad es en realidad una carga muy pesada“
Olena Kurilo
Sobre aquellas imágenes de ella, recuerda haber visto a tres fotógrafos en la zona, entre ellos a Aris Messinis, autor de “la imagen”, quienes la fotografiaron, cosa que a ella no le importó, mientras pensaba en nada. “Luego agradecí a Dios seguir viva”, recuerda Kurilo.
Sin embargo, agrega que después llegó otro “trago amargo”, pues después de ver sin interés su imagen en los periódicos, descubrió que Rusia emprendió una campaña contra ella, en la que a través de propaganda oficial aseguraba que no existía, que se trataba de una soldado o una actriz y que sus heridas fueron causadas por la explosión de una fuga de gas además de que su sangre era sólo jugo de toronja.
Para demostrar que no era una víctima falsa, publicó un video suyo en Instagram, que fue visto por más de 2 millones de personas algunas semanas antes de viajar a Polonia, donde vive ahora, para recibir tratamiento médico, a causa de un pedazo de vidrio que se incrustó en su ojo, quitándole un pedazo de la retina.