A menos de un mes de las elecciones a las que marcha rezagado en las encuestas frente a su rival demócrata, Joe Biden, el regreso de Trump a la Casa Blanca fue, dicen algunos, un espectáculo coreográfico y un acto de campaña para mostrar que el mandatario de 74 años está bien de salud.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, salió el lunes del hospital donde estuvo internado tres días por COVID-19 y se trasladó a la Casa Blanca, tras prometer que “pronto” reanudará su campaña para las elecciones del 3 de noviembre, aunque su médico dijo que aún no está “completamente fuera de peligro”.
Al aterrizar, atravesó el césped saludando a las cámaras antes de subir los escalones al balcón de la residencia presidencial.
Ahí, ajustó su chaqueta, se retiró el cubrebocas y levantó los pulgares.
Por su parte, el doctor Sean P. Conley confirmó que Trump regresa a la Casa Blanca luego de tres noches en el Centro Médico Walter Reed, advirtió que no estará “completamente fuera de peligro” hasta dentro de una semana.
Sin embargo no se ha otorgado un informe médico completo, no se sabe si ya ha dado negativo o cuándo fue la última vez que se le realizó una prueba; tampoco se ha informado si llevará una cuarentena dentro de la Casa Blanca o si podrá trasladarse y despachar desde la Oficina Oval . Tampoco el médico ha respondido si el presidente se encuentra en periodo contagioso.
María Luisa Rossel, corresponsal Washington
El presidente de Estados Unidos , se sabe, está tomando Remdesivir y un medicamento experimental a base de anticuerpos de la compañía Regeneron. Además toma otros dos tratamientos más que habitualmente están dirigidos a formas más graves de Covid-19, como el oxígeno o la dexametasona.
Trump expresó en un nuevo mensaje a los estadounidenses: “No dejen que domine su vida, salgan, tengan cuidado”, dijo en un video en Twitter.
“Espero que el presidente, después de haber pasado por lo que pasó, y me alegro de que parezca que está bastante bien, comunique la lección correcta al pueblo estadounidense: las mascarillas importan”, dijo.
La portavoz de Trump, Kayleigh McEnany, se convirtió el lunes en otro caso positivo en el círculo cercano del mandatario desde el anuncio el jueves del contagio de la asistente Hope Hicks, que hizo encender las alarmas.
Otros casos positivos cercanos a Trump incluyen a su esposa Melania, su gerente de campaña Bill Stepien, dos de los asistentes de McEnany, según los medios locales, y más de media docena de personas más con llegada al presidente, tanto dentro como fuera de la Casa Blanca.
Con Trump convaleciente, y Biden a poco de cumplir 78 años, el interés por sus compañeros de fórmula ha crecido, con lo cual el debate entre los candidatos a la vicepresidencia previsto para el miércoles entre el republicano Mike Pence y la senadora demócrata Kamala Harris cobra mayor relevancia.
En el encuentro, Pence y Harris se ubicarán a casi cuatro metros de distancia -en lugar de los aproximadamente dos metros previstos originalmente- y estarán separados por un panel de plexiglás.